Conjunto arquitectónico Baelo Claudia es uno de los poblados romanos mejor conservados de la península ibérica. / El Correo
Laura López Es uno de los poblados romanos mejor conservados, uno de los grandes tesoros del Campo de Gibraltar, Baelo Claudia. Si le interesa hacer una visita guiada y gratuita por el recinto, todos los miércoles del año excepto el 16 de julio y 24 y 31 de diciembre es posible hacer una visita a las 12.00 horas de forma que puedan disfrutar de esta maravillosa ciudad hispanorromana con un recorrido muy cercano y completo. A través de esta actividad conocerán de primera mano las particularidades de cada uno de los monumentos principales, los nuevos descubrimientos y las últimas novedades sobre el conocimiento de Baelo Claudia. La ciudad comenzaba su actividad en el S.II A.C. Fue una ciudad romana de aproximadamente trece hectáreas que nacía sobre la ensenada de Bolonia, un complejo urbano romano en una ciudad donde vivieron alrededor de 2.000 personas. Hoy, es uno de los puntos de interés turístico más destacados de Tarifa. En ningún otro lugar de la península ibérica es posible extraer tras la visita una visión tan completa del urbanismo romano como en Baelo Claudia. Aquí radica su particular importancia, unida además a las magníficas características del territorio que le acompaña.
El estado de deterioro de algunos revestimientos de estos edificios hacía necesaria la fijación y consolidación de sus estucos para garantizar el mantenimiento de estos bienes culturales. Dentro de los trabajos de mantenimiento y consolidación de este conjunto arqueológico, se llevaron a cabo varios trabajos dedicados a la conservación de revestimientos murales a lo largo de 2012 y 2013. El Templo de Isis recibió un revestimiento en su mural de estuco pues presentaba fracturas y descohesión entre las distintas capas que componen el revestimiento, así como pequeños desprendimientos de fragmentos de estucos. En el teatro romano se llevaron a cabo tareas de restauración con idéntico material.
El itinerario por el conjunto arquitectónico de Baelo Claudia arranca con un agradable paseo donde tendrá la oportunidad de apreciar en primer lugar de interés las arcuationes y el canal o specum del acueducto este de la ciudad que contribuiría al abastecimiento de agua potable. Si continúa junto a la muralla, podrá observar el buen estado de conservación que tiene. Antes de adentrarse de lleno en la ciudad, podrá visitar el área de necrópolis tardía. La entrada a la ciudad se hace a través de una de sus puertas principales, la Puerta Este o de Carteia, marcando el trazado del decumanus maximus, la vía principal de la urbe rumana. Hacia el sur, nos dirigimos a la Factoría de Salazones, donde se cree que ya se pescaban y conservaban los primeros atunes. Al acceder a la Plaza Meridional ya puede apreciarse una primera aproximación al centro monumental y cívico de la ciudad. El centro monumental donde se desenvolvían las actividades administrativas, culturales y religiosas se sitúa en el cruce de las dos calles principales, el decumanus maximus y el cardo maximo, organizado en torno a una plaza enlosada bordeada por dos pórticos llamada foro.
Alrededor de él se ubican los distintos edificios públicos. Retornando al decumanus maximus se encuentra el Macellum o mercado; a continuación, por el decumanus maximus, llegará hasta otra de las puertas principales de acceso a la ciudad, la Puerta Oeste o de Gades, que guarda cierta simetría respecto a la de Carteia. Desde este punto y desde el exterior de la ciudad accederá al edificio termal para dirigirse hacia el teatro. Para finalizar con la visita, atravesará el área monumental o religiosa, dominando claramente el centro monumental y cívico de la ciudad sobre una terraza más elevada. Está compuesta por tres templos simétricos, identificados tradicionalmente como triada capitolina, dedicada a los dioses Juno, Júpiter y Minerva. Además, como consecuencia del auge de los cultos orientales entre la población romana, se añadió, junto a ellos, otro templo dedicado a la diosa egipcia Isis. Desde este lugar se divisa en conjunto el área del foro con la totalidad de los edificios administrativos.
Además, hasta el próximo 31 de agosto se puede disfrutar de la exposición El patrimonio pesquero: fenicios y romanos en el origen de los aparejos andaluces. Esta exposición se inauguró coincidiendo con las Jornadas Europeas del Patrimonio del pasado año.
En esta muestra, se intenta dotar de visibilidad social al arte de la pesca y la evolución de sus técnicas y aparejos, de modo que se atienda en los diferentes ámbitos temáticos de la exposición a las artes de pesca fijas, a la captura y aprovechamiento de cetáceos, a los anzuelos y sedales, así como a las redes y almadrabas, tratando de englobar en un único discurso los últimos estudios sobre el instrumental pesquero a lo largo de la historia.
El acceso a Baelo Claudia se realiza a través de la Carretera Nacional 340 (Cádiz-Málaga). A la altura del punto kilométrico 70,2 de dicha carretera se encuentra la intersección de la carretera provincial CA-P-8202, que se dirige a Bolonia y El Lentiscal. Siguiendo esta última, y a menos de 8 kms. desde el citado cruce, se llega a Baelo Claudia. La sede institucional y centro de visitantes del conjunto arqueológico de Baelo Claudia se inauguró en diciembre del año 2007 y es obra del arquitecto Guillermo Vázquez Consuegra. El edificio, además de lugar de recepción y centro administrativo, integra un espacio expositivo, museístico, de restauración y de almacenamiento, para la custodia de sus numerosos bienes muebles procedentes de las distintas excavaciones practicadas en esta zona arqueológica desde principios del siglo pasado. Posee, además, una biblioteca temática especializada en el mundo romano, una sala de conferencias y un archivo científico compuesto por la amplia documentación generada por los estudios realizados en Baelo Claudia. El espacio expositivo esta compuesto por dos salas de exposiciones permanentes y una destinada a las muestras temporales, donde actualmente se encuentra El patrimonio pesquero: fenicios y romanos en el origen de los aparejos andaluces.
