"Vivo con la esperanza de volver a distinguir las caras de mi familia"

La palaciega Aurora Castillo está recuperándose aún de la sorprendente intervención que, mediante la implantación de un chip en la retina, le ha devuelto parte de la vista

el 19 jun 2014 / 22:00 h.

Aurora Castillo invidente microchip (Mire la noticia) ¿Qué sintió cuando se conectó el chip y volvió a ver algo? Mucha emoción y alegría. Era la primera prueba ysolo vi ráfagas de una luz blanca y preciosa, pero era justo lo que tenía que ver. Todavía no distingo formas. Me tengo que ir adaptando poco a poco. ¿Cómo perdió la vista? Debido a una enfermedad degenerativa que comenzó con 13 años. Hasta entonces veía normal. Se empieza viendo peor en la oscuridad.Luego no puedes leer, no ves las caras y poco a poco vas dejando de percibir las formas. Ahora solo percibo luz. Sé si es de día o de noche. ¿Cuándo terminó de perder la vista por completo? Llevo así 15 años. Iba a los médicos, pero me decían que no había ninguna solución. Simplemente eran revisiones oftalmológicas para controlarme la evolución. Sin remedio. ¿Cómo se afronta la vida cuando con 13 años le sueltan esa bomba? Al principio muy mal. Con 13 años tuve que dejar muchas cosas. Hoy hay más avances y puedes estudiar pese a no ver, pero entonces no era posible. Abandoné el colegio. Por suerte, cuando fui mayor entré en la ONCE y me enseñaron braille y a desenvolverme en la vida. Pasé a vender cupones enSevilla y Los Palacios. En los últimos años ya lo dejé. ¿Recuerda lo último que vio? Imposible. No es de un día para otro. Fui perdiendo vista poco a poco, no te das cuenta hasta que ya no ves. ¿Y se olvida cómo se ve el mundo? Para nada.Lo recuerdo todo perfectamente. A pesar de su problema de visión, usted ha llevado una vida plena, creando una familia con dos hijos. Sí, dentro de mis posibilidades y con ayuda de la ONCE. Cuando no ves se desarrollan mucho más los otros sentidos, como el olfato y el oído. Hay que vivir. Si te pones a pensar «por qué a mí» o «que no puedo hacer esto o lo otro»... Cuando salgo muchas veces pienso que no tengo alicientes para hacerlo, pero hay que seguir con la vida. Tengo una hija mayor y otro pequeñín. ¿Cómo conoció esta técnica? En enero salió en un telediario y un familiar me lo dijo. Buscamos en internet y encontré la clínica Barraquer. Llamé y pedí cita. Quería que por lo menos me vieran para que me dijeran si era apta. Ahí empezó todo. ¿Cómo fue ese proceso? Vine a Barcelona a que me viera el doctor. Me miró la retina y me hizo varias preguntas. De primeras me dijo que tenía que estudiarme y que era apta. Vine más veces y analizaron mi caso técnicos venidos de EE.UU. Es una intervención muy cara. Cuesta más de 100.000 euros. Cuando me dijeron que era apta me dijeron también que había otros candidatos. Imagino que en la elección influyó mi buen estado de ánimo. Yo nunca pedí que me pagaran la operación. Yo estaba dispuesta a buscar el dinero de la forma que fuera, en la televisión o haciendo lo que tuviera que hacer. Pero la fundación de la clínica se hizo cargo de todo. ¿Animaría a las personas que padecen su enfermedad a operarse? Sin dudarlo. Es una experiencia que a mí ya me ha empezado a cambiar la vida, y eso que todavía no he veo. Ahora comenzamos la rehabilitación y me van a reenseñar a ver. ¿Cómo funciona el dispositivo que le han instalado en el ojo? Me han implantado un chip en la retina. Debo ponerme unas gafas que llevan una microcámara de alta definición en el puente. Desde ahí se recogerán las imágenes, que se mandan a un procesador que debo llevar en la cintura, como si fuera un pequeño ordenador. Una vez que las imágenes son tratadas ahí a través de un programa informático, se vuelven a enviar a las gafas, que por ondas de baja frecuencia las reenvía al chip, que ya lo lanza al cerebro a través del nervio óptico. El cerebro interpreta esa información, y entonces veo. La experiencia es inolvidable. Cuando hicimos la prueba, podía ver la luz incluso con los ojos cerrados.Hay que tener en cuenta que no se ve con los ojos, sino con el cerebro.Los ojos son solo la cámara. ¿Podrá recuperar toda la visión? La recuperación no será total. Veré las formas de las personas, objetos, siluetas y movimientos. Las caras no las distinguiré, ni los colores. Pero para mí, de no ver nada a ver eso... es un milagro. Además, esta técnica puede seguir avanzando. Vivo con la esperanza de volver a ver en color y a distinguir las caras de mi familia. Siguen investigando para perfeccionar el software y el chip. Pero con esto ya estoy satisfecha. ¿Qué tiene ganas de volver a ver? En principio, a mis hijos, mi familia, mi perro guía, las formas... Echo de menos todo. Me gustaría mucho ver una imagen de Semana Santa, la Virgen del Rocío y la Macarena.

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