La Diputación foral de Vizcaya no aplicará la denominada amnistía fiscal aprobada por el Gobierno de Mariano Rajoy en el proyecto de Presupuestos de 2012, ya que entiende que se trata de una medida "éticamente inaceptable, políticamente indefendible y socialmente injusta".
Vizcaya, como el resto de provincias vascas, recauda por su cuenta el impuesto sobre la renta y después paga al Estado el llamado cheque vasco por servicios como la policía.
El diputado general del Territorio histórico, José Luis Bilbao, expuso que la Diputación no propondrá a las Juntas Generales tomar en consideración la llamada "declaración tributaria especial" ya que, ante el dilema planteado entre principios éticos e ingreso en caja, "en Vizcaya se ha optado por los primero ya que no todo vale, ni siquiera para ingresar".
En esta línea, el diputado general ha defendido que lo que está en juego con esta medida es "la política con mayúsculas", así como "la dignidad de la política ante la sociedad". A su juicio, se habla "eufemísticamente" de regularización cuando la decisión lo que facilita es "un blanqueo de capitales" que beneficia a quien ha cometido un fraude, eliminando por la vía de hecho la tipificación de la figura fiscal "vistiéndose de logro" una recaudación que debía ser perseguida.
Añadió que Vizcaya no tolerará que "salgan de rositas" quienes han defraudado a todos los ciudadanos, han ocultado dinero en otros países, han sido insolidarios o han conseguido dinero sin saber su origen.
"Cómo vamos a mirar a la cara a nuestros mayores, a los parados o a quien cumple con las obligaciones fiscales si abrimos la puerta a que por un 10% algunos limpien sus conciencias y bolsillos", ha destacado.
