Han pasado seis años desde que estallara la burbuja inmobiliaria y miles de españoles siguen pasando serias dificultades para poder pagar mensualmente la casa que compraron cuando la economía no preocupaba lo más mínimo en buena parte de los hogares españoles. Eso de llegar apurado a fin de mes era pura ciencia ficción. Ahora, es la pura realidad. Yesto para quienes han podido, al menos, disfrutar su vivienda. Miles de españoles vieron cómo la promoción en la que tanta ilusión y dinero pusieron se quedó finalmente en eso, en ilusión. Las obras se pararon y los albañiles nunca volvieron al tajo.
Para analizar todo lo que ocurrió, TVE emite este lunes dentro del histórico Documentos TV la segunda parte del documental Casas vacías (23.50 horas, La 2), un amplio trabajo audiovisual en el que reflexiona por qué se llegó a esta situación y expone cómo muchas personas nunca pudieron tener la casa que compraron porque los promotores, arruinados, no pudieron seguir adelanto con los trabajos de las promociones.
Otros, en cambio, sí lograron a duras penas terminar de construir las viviendas aunque quedaran completamente aisladas del resto de la población y en unas zonas a las que los servicios públicos llegaban con cuentagotas, si es que finalmente llegaron. Por ello, esta segunda parte del documental que se emite esta noche lleva por título Gente sin casa.
De forma paralela, y para que el espectador pueda volver a vivir la situación que vivía el país en 2007, en la que nadie dudaba a la hora de comprar una vivienda, un documental interactivo en el que el usuario podrá participar de nuevo en la toma de decisiones y ver por qué sus actos le llevaron a pasar por grandes dificultades económicas.
La primera decisión que ha de tomar el internauta ya es una declaración de intenciones más que clara. Se presentan las opciones de comprar o alquilar pero esta segunda finalmente no estará operativa. Si alguien tiene la osadía de decidirse por alquilar una vivienda en 2207, comenzarán a aparecer mensajes de familiares y amigos diciendo aquello de que alquilar es tirar el dinero y que esa vivienda es una gran inversión porque tendrá cerca la conexión con el AVE y la zona tendrá muchos servicios públicos.
Una vez adquirida la vivienda, el internauta comenzará a tener que tomar decisiones que darán fe de que hizo la peor inversión de su vida. Su humor va decreciendo al mismo ritmo que sus gastos aumentan. ¿Y por qué? Pues porque sus desplazamientos serán más largos y gastará más en gasolina, o las derramas en la comunidad serán continuas o en su defecto, los pleitos con el promotor por la mala construcción del edificio, entre otros aspectos. También entrará en juego el empleo, ya que en aquel año comenzó a crecer el paro de forma vertiginosa. Una vez visto el documenta, hágase la pregunta: ¿Volvería a comprar su casa?.
