Ya se están ultimando los trabajos. El parque tecnológico y científico Cartuja 93 se prepara para recibir a un nuevo inquilino, la firma de ingeniería de construcción Vorsevi. Un edificio singular frente al pabellón de Italia se convertirá en su nueva sede, en la que han invertido 12 millones de euros.
De unas instalaciones que se han quedado pequeñas en La Pañoleta (Camas) a un edificio de 7.500 metros cuadrados para uso exclusivo en el parque tecnológico de la Isla de la Cartuja. Era un paso que la empresa sevillana necesitaba dar para seguir creciendo y mantenerse en la vanguardia de su actividad.
"El traslado a la Cartuja nos va a servir para dar un salto cualitativo en los equipos de ensayo e investigación que conlleva nuestra actividad", apuntan fuentes de la compañía, que espera inaugurar las nuevas instalaciones para los meses de mayo o junio, si bien, las previsiones iniciales apuntaban a que ya deberían estar instalados en el parque.
Se trata de un edificio, ubicado frente al pabellón de Italia, que contará con un área de laboratorios que ocupará en torno a los 1.500 metros cuadrados, así como con una planta entera destinada a la investigación y el desarrollo (I+D) y un salón de actos para conferencias con capacidad para 150 persona, entre otros servicios. "Estamos hablando hoy por hoy de los centros de investigación privados, porque no podemos competir con los estatales, que es uno de los mejores de España", apostilla Jesús Barrios, consejero de la firma.
Y es que la empresa de ingeniería y consultoría ha hecho un importante desembolso en este proyecto, cuya inversión se eleva a los 12 millones de euros. "Hemos hecho un edificio singular, lo que nos ha supuesto un sobrecosto, pero creo que tiene tal nivel el parque tecnológico Cartuja 93 que merecía hacer ese esfuerzo", asevera.
La compañía destinará alrededor de 1,8 millones de euros en nuevos aparatos y equipos. Una de las razones que les ha empujado a tomar esa decisión, de dar ese salto, además de por que las instalaciones del municipio de Camas ya se les habían quedado demasiado pequeñas, es la necesidad de modernizar las técnicas de ensayo que hasta el momento se venían aplicando para ir a "técnicas novedosas, sobre todo, enfocadas a los ensayos no destructivos".
Pero no olvidan además las sinergias que les facilitará su nuevo enclave. Es uno de los aspectos que más han valorado a la hora de hacer la mudanza a la Cartuja es la riqueza del intercambio con los centros de investigación que alberga, así como la Escuela de Ingenieros, el CSIC. el acelerador de partículas, entre otros. Y concluye afirmando que "aquéllos que pronosticaban que el parque iba a ser un desierto, se han equivocado un poco".
