El FC Barcelona, líder de la Liga, recibe hoy en el Camp Nou a un Mallorca hundido en la tabla y con ganas de dar la campanada, igual que ocurrió la temporada anterior en el mismo escenario, cuando un triunfo insular desató la ira en el feudo barcelonista.
Los ánimos estaban muy excitados en los instantes finales de la temporada anterior, a diferencia de la calma absoluta que existe en estos momentos en el club catalán, instalado en lo alto de la clasificación, con un colchón de puntos suficiente que le permitirá vivir de rentas en las próximas jornadas.
El Barcelona concluyó el año con un empacho de victorias, cuatro de las cuales, las últimas, de un significado especial, ya que derrotó a todos sus perseguidores, los cuales deberán medirse entre ellos, hecho que podría ser muy provechoso para el conjunto barcelonista.
El equipo que entrena Josep Guardiola afronta el primer compromiso del año con la vista puesta también más allá del partido de Liga, ya que en breve deberá afrontar un doble encuentro de los octavos de final de la Copa del Rey contra el Atlético de Madrid.
Esta circunstancia motivó que Guardiola permitiese a un grupo de jugadores disfrutar de más vacaciones con vistas a darles descanso en el partido contra el Mallorca para tenerlos frescos el martes de Reyes contra el Atlético. No obstante, a Guardiola se le han presentado antes de tiempo tres jugadores (Eto'o, Keita y Cáceres) lo que le permitirá cambiar de planes, ante la posibilidad de que un fijo para el sábado, como es Gerard Piqué, se pierda el partido por gripe.
Lionel Messi y Dani Alves, los otros dos barcelonistas que han disfrutado de más descanso, es probable que no vayan ni convocados para el partido de hoy, aunque ello se conocerá el mismo día, ya que Guardiola ha programado para hoy una sesión matinal con todos sus jugadores.
Quien se espera que reaparezca tras ocho semanas de baja por lesión es Andrés Iniesta, quien posiblemente desplazará de la banda izquierda a Henry.
