La Jefatura de la Policía Local ha vuelto a ser escenario de un ataque contra la taquilla de un agente, al que el domingo pasado le reventaron el armario en el que guardaba sus pertenencias y le robaron parte del uniforme e incluso un radiotransmisor, impidiéndole trabajar esa tarde, cuando debía haber estado regulando el tráfico en las procesiones de gloria que estaban en la calle.
El agente acudió en persona a presentar una denuncia, y la Policía Científica acudió a la Jefatura para realizar una inspección ocular y tratar de localizar huellas dactilares u otras pruebas físicas, según confirmó ayer la Policía Nacional, que no pudo precisar si se hallaron indicios significativos de quién pudo ser el autor, pero sí que los resultados han sido ya enviados al juzgado.
El suceso presenta varias similitudes con el ocurrido hace tres semanas con otro policía al que también le reventaron la taquilla, y fuentes policiales afirmaron ayer que entre ambos se ha producido otro ataque. Todos los policías implicados estaban apuntados a los planes de productividad para hacer horas extra, y de hecho cuando se produjeron los actos vandálicos tenían turno extraordinario. En el primer caso escribieron sobre la taquilla la palabra "esquirol", por lo que el Ayuntamiento vinculó el ataque al serio conflicto abierto entre el Ayuntamiento y el sindicato mayoritario, Sppme, a cuenta de esas horas extra. En los otros casos, sin embargo, no ha aparecido escrito mensaje alguno que pueda aludir a la realización de horas extraordinarias, que el sindicato aconseja no hacer al considerar que no está garantizado que se vayan a cobrar, ya que el Consistorio ha agotado los fondos para pagarlas.
El Ayuntamiento enmarcó el ataque a la primera taquilla en este conflicto laboral y apuntó a conductas "de tinte mafioso". El Sppme se desmarcó de aquel acto vandálico y lo condenó. Ayer negó tener conocimiento alguno sobre este nuevo incidente, cuya vinculación con el anterior está investigando la Policía Nacional.
Ayuntamiento y sindicatos tenían que haber mantenido ayer una nueva reunión sobre los planes de productividad y la nueva ordenación del cuerpo, pero el Sppme no acudió y UGT se levantó de la mesa. El Sppme ya dejó claro tras el último encuentro con el concejal de Seguridad, Alfonso Mir, que no iba a reiniciar de nuevo las conversaciones en el mismo punto en el que estaban hace ya un año, ya que durante ese tiempo se habían alcanzado compromisos que a su entender no se han respetado. Por su parte, UGT consideró poco serio que el concejal no acudiera a la reunión y enviase a otra persona en su lugar.'
