Un autobús del 30, el 23 de febrero pasado, ya por las Tres Mil.Los trabajadores de la empresa municipal de transportes de Sevilla (Tussam) han criticado que las líneas 31 y 32, a su paso por el Polígono Sur, siguen sufriendo ataques y actos vandálicos, a pesar de las reiteradas peticiones sindicales en elc omité de seguridad y salud para que se cambie el recorrido

El secretario general de la Agrupación Sindical de Conductores (ASC) en Tussam, Isidro Fernández, ha indicado a Europa Press que el último tipo de acto vandálico recurrente consiste en la apertura desde fuera del vehículo del portón trasero, en la parte donde se aloja el motor, lo que propicia que algunos autobuses acaben deteniéndose al existir un sensor que les impide reanudar la circulación.

"Hay conductores que optan por bajar y cerrarlo, y hay otros que no bajan y esperan a que venga el mecánico", ha señalado Fernández, que ha aludido a que las personas que llevan a cabo esta acción "algunas lo hacen por juego, y otras por intentar robar al conductor".

En este sentido, el secretario general de ASC en Tussam ha asegurado que los ataques siguen produciéndose, asegurando que "a un compañero lo apedrearon y le partieron un dedo hace poco" y añadiendo que este tipo de sucesos se dan "casi todas las semanas, o como mucho una vez cada dos semanas", si bien "los compañeros no denuncian por miedo".

Ante toda esta situación, y frente a la propuesta de trasladar un centenar de metros la parada -el acceso se haría por Padre José Sebastián Bandarán, en vez de por Luis Ortiz Muñoz-, la empresa "siempre lo rechaza al señalar que no tiene constancia de que haya problemas", ha expuesto Fernández.

El sindicato, que lamenta tener que entrar por determinadas calles a horas conflictivas "mientras otros servicios no lo hacen", ha solicitado por ello, independientemente de su intención de perseverar en su petición de cambio de trayecto, que pongan autobuses que no se queden bloqueados con el portón abierto.