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Wiggins despejó dudas y arrasó en la cronometrada de Chartres

Aventajó en 1’16” a su compañero Froome y será el primer ganador británico de la ronda gala.

el 21 jul 2012 / 18:54 h.

Bradley Wiggins (Sky) arrasó en la contrarreloj de la decimonovena etapa del Tour, disputada entre Bonneval y Chartres, de 53,5 kilómetros, por lo que hoy domingo pasará a la historia como el primer ciclista británico ganador de la prueba francesa, hecho inédito en sus 99 ediciones.

Wiggins, de 32 años, confirmó el pronóstico y cumplió su sueño al rodar sin desmayo a casi 50 kms/hora. Llegará de amarillo a París tras abatir a todos sus rivales, con una impecable contrarreloj en la que desarrolló todo su potencial.

En un recorrido hecho a su medida, sin dificultad alguna, aventajó en 1:16 minutos a su compañero y compatriota Chris Froome y en 1:50 al español Luis León Sánchez (Rabobank), que luchó entre los grandes hasta el último momento.

No hubo opción alguna para el resto de los rivales. Vincenzo Nibali (Liquigas), que acompañará en el podio a Wiggins y Froome, salvó el tipo a 3:38, y Haimar Zubeldia (RadioShack) rentabilizó la crono ganando un puesto en la general. Será sexto y primer español, tras desbancar al australiano Cadel Evans (BMC), humillado a 5:54 del ganador. El ciclista aussie, además, fue doblado por su compañero Tejay Van Garderen a 20 kms. de la meta.

La victoria de Wiggins, el gigante corredor de largas patillas de rockero, suavizó el debate en torno a la superioridad de Froome en la montaña, donde le tuvo que esperar en varias ocasiones. Era un Tour con 100 kilómetros contrarreloj, ideal para Wiggins. Y Wiggins, a pesar de las dudas en los puertos, ha decidido en su terreno.

Procedente del ciclismo en pista, donde ganó tres títulos olímpicos y tres mundiales, ha participado seis veces en el Tour, con una cuarta plaza en 2009, cuando empezó a evidenciar una milagrosa transformación para el ciclismo en ruta. A partir de ahí el método, el entrenamiento específico con Tim Kerrison, un especialista en natación y remo, y las visitas al Teide, donde afinó una forma que le ha permitido cerrar un lujoso 2012.

Wiggins comenzó intratable la temporada, ganando París-Niza, Tour de Romandía y Dauphiné Libéré, algo que no había conseguido ningún corredor. Faltaba el Tour, su objetivo, su sueño. Ya en la Grande Boucle se vistió de amarillo en La Planche des Belles Filles, y blindó el liderato dos días después en la cronometrada de Besançon, donde pasó el rodillo, batiendo a Evans de manera definitiva y al resto de candidatos. Los apuros en la montaña dejaron dudas, y para despejarlas quedaba la contrarreloj de Chartres.

Y en esta ciudad, a un paso de París, volvió a volar, sin oposición con un resultado contundente, que justifica la apuesta por él de todo un equipo.

Luis León Sánchez, cuatro veces campeón de España contrarreloj, marcó una referencia a tener en cuenta con 1h06:03. El murciano se tiró media tarde esperando como primer clasificado provisional, hasta que llegó Chris Froome mejorando su tiempo por 35 segundos. Ya se pudo ir tranquilo al hotel el corredor de Mula, pero con un puesto de honor que añadir a su triunfo de etapa.

Faltaba por llegar Bradley Wiggins, que había marcado el mejor registro en los pasos intermedios de los kilómetros 14 y 30, por delante en ambos puntos de Froome, que se dejaba 12 y 54 segundos respectivamente. El ganador del Tour se fue superando a medida que avanzaba en el recorrido, hasta presentarse en meta para soltar un brazo al aire, con rabia. El gesto del ganador que acababa de hacer historia para el ciclismo de su país.

Era su segunda victoria parcial, el paso previo a su paseo triunfal por los Campos Elíseos de París, donde hoy recibirá el homenaje del pelotón del Tour de Francia, tras cumplir el trámite de 120 kilómetros.

El más combativo. El danés Chris Anker Sörensen fue elegido ayer como el ciclista más combativo del Tour de Francia 2012 por el jurado encargado del premio, en particular por no haber abandonado la edición después de sufrir una fuerte caída por la cual tuvo que ser operado de una mano. "Lo que ha hecho es una demostración de coraje extraordinaria. Acabar una etapa con la mano lesionada, ir a operarse y, al día siguiente, tomar la salida es algo fuera de lo normal", indicó con asombro el director general de la carrera francesa, Christian Prudhomme.

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