El delantero del Real Betis Francisco Javier Muñoz "Xisco" ha dicho hoy que lo que pasó en los vestuarios, en un enfrentamiento con el técnico, Francisco Chaparro, tras ser sustituido, "se tiene que quedar ahí".
El futbolista mallorquín ha reconocido hoy que el domingo, cuando fue sustituido, pese a que antes había sustituido a otro compañero, entró "en el vestuario muy nervioso por muchas cosas" pero ha negado que su ausencia en el entrenamiento de ayer se debiese a un castigo disciplinario.
"La que se ha armado..., no sé de dónde han salido tantas mentiras. Terminó el partido, entré nervioso en el vestuario por muchas cosas, y lo que pasó se tiene que quedar ahí", ha explicado hoy en conferencia de prensa.
"Ayer no vine a entrenar porque me dijeron que tenía que ir a hablar con el club. Si un vicepresidente ha dicho que me podrían caer quince días de suspensión de empleo y sueldo, que lo aclare", ha indicado Xisco.
El jugador balear ha lamentado que "se haya metido a dos compañeros como Babic y Juanlu, que no han hecho nada" y ha reiterado que "de una pelota muy chica se ha hecho una pelota muy grande", por lo que espera "que se olvide esto muy pronto".
Xisco, no obstante, ha pedido "disculpas al técnico y a los compañeros porque" reaccionó "nervioso por la derrota, por el arbitraje, por el cambio... a todo el que le cambian no le gusta".
"Me cambió, pude no estar de acuerdo, pero mi comportamiento no fue el adecuado", ha admitido Xisco, que mañana se perfila como titular en el encuentro de Copa ante el Real Unión de Irún.
