Acaba de asomar la cabeza en el calendario el mes de septiembre y los rostros cariacontecidos de los sufridos trabajadores se encogen al pisar sus puestos. La solución para el síndrome postvacacional: pensar en viajes cortos que ayuden a superar la rutina mientras mejoran las cifras turísticas.
Un respiro para el turismo y la posibilidad de arrancarse, si no de cuajo, toda la irritabilidad, la tristeza, la apatía, el cansancio, la ansiedad, el insomnio, la falta de apetito, los problemas de concentración y la taquicardia que conlleva la vuelta de las vacaciones. Todo un catálogo de malestares que podría ser la sintomatología de una angustia vital sin solución. Pero no, es la crisis de la vuelta a la rutina.
No en vano, septiembre es el período en el que aumentan las consultas médicas con síntomas de este calibre que tienen un diagnóstico claro: síndrome postvacacional, un mal que, según el centro de Psicología Clínica y de la Salud Isep de Granada, afecta a un 35% de la población. Pero el mes septembrino es también el mes de los buenos propósitos, de nuevas ilusiones y de emprender nuevos proyectos, entre los que destacan la realización de escapadas cortas para romper con una traumática vuelta al trabajo.
De hecho, según se desprende de los datos manejados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), septiembre es un mes con un elevado grado de ocupación hotelera. En 2007, la media nacional de ocupación por plazas en fin de semana llegó al 67,54%, cifra que fue descendiendo en meses posteriores desde el 61,58% de octubre al 48,12 de diciembre. Las previsiones para Andalucía realizadas por la Consejería de Turismo, Comercio y Deporte prevén que las estancias en la comunidad aumentarán un 5,2% este mes.
Opciones. ¿Pero cuáles son las alternativas? Viajes cortos, preferiblemente en coche, a destinos cercanos que hagan que el regreso a las obligaciones sea lo menos traumático posible. Destino playas, para aprovechar los últimos coletazos de calor, o camino a la montaña, para ir entonando el cuerpo a comidas más copiosas y temperaturas más frescas. Una visita a las ferias o fiestas de cualquiera de los pueblos andaluces puede ser otra de las opciones para desconectar y contagiarse de optimismo y ganas de marcha. Una opción en este sentido es la Feria de Ronda, que se celebra hasta mañana, y que por segundo año consecutivo pone en valor del festejo de día en el centro del municipio.
En definitiva , la recomendación de los especialistas es rodearse de cosas buenas que den una motivación para el nuevo curso. Acaparar todo lo necesario para que el anodino y doloroso septiembre pase lo mejor posible. Un incentivo para que después del gran descanso, el retorno se haga menos cuesta arriba con la promesa de que después de cinco de trabajo llegarán dos días de descanso en algún paraíso cercano. Y mientras, a contribuir a que los datos del turismo andaluz se mantengan en otoño.
