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Y ahora ¿dónde va a jugar Emana?

El técnico bético Antonio Tapia tiene ahora un dilema: o lo deja en el banquillo o varía medio equipo. Podria formar tripleta ofensiva con Sergio García y Pavone, en cuyo caso el sacrificado sería Nacho

el 16 sep 2009 / 19:37 h.

Achille Emana

El Betis juega en Albacete y Antonio Tapia cuenta por fin con todos sus futbolistas excepto Mehmet Aurelio. La novedad, la gran novedad, es que por fin dispone de Emana. Y el problema, el gran problema, es que habrá que ver si lo alinea. Si lo hace, será a costa de cambiar el sistema o de mover a Sergio García. Un buen dilema.


Después de muchos dimes y diretes entre el futbolista, su agente y el club, Achille Emana regresó el pasado viernes a Sevilla para reforzar la plantilla de Antonio Tapia. El técnico lo convocó para el inmediato partido contra el Recreativo e incluso le dio unos minutos en la segunda parte, cuando el compromiso estaba más que resuelto a favor de los verdiblancos, pero entonces no hubo ningún debate. La suplencia del camerunés no fue nada sorprendente porque lo inesperado fue su citación. Esta semana es distinto: el jugador lleva siete días con el grupo y, como es natural, tiene las mismas posibilidades que el resto de ser parte del once titular. Pero he aquí el dilema: tal como está rindiendo el equipo, Emana cuenta con más opciones de quedarse en el banquillo que de jugar desde el principio.


La duda sobre el papel del camerunés en el once de Tapia monopolizará la discusión futbolística en el Betis de aquí al domingo en el estadio Carlos Belmonte, a no ser que el entrenador resuelva la nebulosa en su comparecencia de mañana. Quizás sea una pista o quizás no lo sea, pero el cordobés utilizó ayer uno de los dos partidillos con que culminó la sesión matutina para colocar a Emana al lado de Sergio García. Es decir, como delantero. Esa posible función fue uno de los argumentos del club y del entrenador para justificar por qué no llegaba ningún otro atacante en el mercado veraniego.


Reubicar a Emana en el once, desde luego, exige sacrificar algo. Puede ser un hombre, en el caso menos traumático, pero también puede ser hasta el sistema. El simple cambio nominal se antoja más improbable: si la premisa es que el africano ejercerá de delantero y no de mediocampista, Tapia tendría que quitar a Sergio García o Pavone. Evidentemente, esta idea ni se le pasa por la cabeza al entrenador del Betis. El catalán, que ayer regaló a los aficionados un golazo en el ensayo, disfruta de una de las mejores rachas de su carrera. Y el argentino, que tuvo un entrenamiento específico para recoger y aguantar saques del portero en largo, está protagonizando una conexión fundamental con su compañero. La víctima también podría ser uno de los ocupantes de las bandas, quizás Nacho, para situar a Emana en ataque y colocar en el flanco a Sergio, que ante el Hércules actuó por ahí, pero la pega es la misma: por qué mover de su sitio al mejor del equipo.


La segunda posibilidad tampoco parece muy plausible: modificar el sistema. El 4-4-2 está resultando muy rentable al Betis y como suele decirse, para qué cambiar algo que funciona. La variación táctica, demasiado drástica para darle credibilidad, consistiría en prescindir de un mediocampista y atacar con el tridente Sergio-Emana-Pavone. Parece demasiado ofensivo.


El Betis también recupera a Capi, pero el debate en su caso es menor porque ni él se ve al ritmo de sus compañeros. Eso sí, el superávit de centrocampistas ya es patente. Entre ellos, por ahora, sigue sin estar Arzu. El nazareno volvió a probar ayer de central al lado de Carlos García.

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