Y ahora... Francia. El temor al contagio de la crisis de deuda pública condujo ayer a una debacle en las bolsas europeas. Muchos nervios, altísima volatilidad.
Los mercados europeos vivieron una nueva sesión de pánico. El selectivo español Íbex 35 se dejó un 5,49%, la mayor caída desde mayo de 2010 (-6,64%), que le condujo a perder la barrera psicológica de los 8.000 puntos por primera vez desde el 1 de abril de 2009 y se colocó en la cota de los 7.966 enteros.
El Íbex 35 suma nueve sesiones seguidas de descensos, en las que se ha dejado un 17,5%. Todos los indicadores europeos acabaron ayer con fuertes recortes, ya que París se dejó un 5,5%, por delante de Fráncfort (-5,13%), Londres (-3,05%) y Lisboa (-1,25%). Al cierre de los mercados europeos, Wall Street se dejaba un 3%.
En el mercado español, los mayores recortes correspondieron al Santander (8,33% de bajada) y al rival BBVA (7,83%), que colocaron el precio de sus acciones por debajo de los 6 euros, nivel que no alcanzaban desde marzo de 2009. A continuación se posicionaron en los recortes Gamesa (-8,09%), Arcelor Mittal (-7,58%), Abengoa (-7,87%) y Mediaset (-6,75%). El grupo Popular perdió un 6,74%, Telefónica, un 5,69%, Bankinter, el 5,53%, y Sabadell (-4,5%).
Los inversores huyeron de las bolsas tras extenderse el rumor de que Francia podría sufrir una rebaja de su calificación crediticia y de que su banca, que posee gran exposición a Grecia, puede volver a pasar apuros si el país heleno modifica los plazos de vencimiento de su deuda.
El ministro griego de Economía, Evangelos Venizelos, aseguró que Grecia pretende ampliar a los bonos con vencimientos más allá de 2020 su programa de canje de deuda acordado en la última cumbre del Eurogrupo para así alcanzar una participación total del 90%, lo que implica un monto de 135.000 millones.
A pesar de que las agencias internacionales de calificación crediticia Fitch y Moody's se apresuraron a confirmar la nota de la deuda francesa (posee matrícula de honor), los inversores tienen aún muy reciente la rebaja aplicada por Standard and Poor's a la de Estados Unidos y temen una nueva revisión de los ratings a los países europeos, según expertos consultados por Europa Press.
Asimismo, el banco francés Société Générale, que fue blanco de los inversores en la sesión de ayer, negó categóricamente las "irresponsables y falsas" informaciones respecto a que había mantenido discusiones con el Gobierno galo sobre la situación de la entidad financiera.
Soledad Pellón, analista de IG Markets, subrayó que los mercados están muy sensibles y existe una gran desconfianza entre los inversores, por lo que cualquier mínimo rumor, duda o temor se convierte en una nueva jornada de grandes pérdidas. La tendencia bajista que experimentan los principales indicadores lleva a los inversores en corto a tomar posiciones, lastrando aún más las cotizaciones de las compañías y de los índices.
Nuria Álvarez, de Renta 4, aseguró que la apertura a la baja de la bolsa de Nueva York contribuyó a pronunciar los descensos ya que los mercados lograron contener los recortes hasta ese momento.
Respecto a Francia, Nuria Álvarez señaló que los bancos del país están siendo el foco de atención porque si Grecia sigue adelante con sus planes puede obligar a estas entidades a aumentar sus reservas. De hecho, la banca gala y la alemana son las que presentan una mayor exposición a la deuda helena.
Pero toda la banca europea sufrió ayer un fuerte varapalo en un auténtico miércoles negro. Société Généralé llegó a dejarse un 20% durante la sesión, aunque acabó la jornada con un recorte del 15%, que también fue grande para las entidades francesas Credit Agricole (-11,81%) y BNP Paribas (bajada del 9,47%).
Después de los bancos galos, la banca italiana fue la más castigada por los inversores. En concreto, Intesa San Paolo perdió en la jornada un 13,72%, Ubi Banca, el 10,17%, Banca Monte Paschi, un 9,78%, y Unicrédito, el 9,37%. Asimismo, las entidades germanas Commerbank y Deutsche Bank cedieron el 7,73% y un 7,42%, respectivamente. Y en Londres, Barclays cayó el 8,7%, por delante de RBS (-7,33%) y HSBC (-5,28%).
Ya en el mercado de divisas, el euro cedió posiciones frente al billete verde (dólar) y al concluir la sesión el cambio quedaba fijado en 1,419 unidades.
Sarkozy y Berlusconi. El nerviosismo del mercado arrancó por la mañana temprano. El presidente francés, Nicolas Sarkozy, interrumpió sus vacaciones y convocó a varios de sus ministros. Solicitó a los titulares de Finanzas y de Presupuestos que presenten propuestas, en el marco de la preparación de los Presupuestos de 2012, para garantizar el cumplimiento del objetivo de déficit público. Y esas medidas serán adoptadas este mes.
En una nota tras la reunión, en la que también estuvo un representante del Banco Central francés, Sarkozy recalcó que el compromiso de reducción del déficit es inviolable y se mantendrá "sea cual sea la evolución de la situación económica".
Subrayó, asimismo, que la situación actual respalda la estrategia económica liderada por su gabinete. "La reforma de las pensiones adoptada en 2010 ha permitido reforzar de manera duradera la sostenibilidad de nuestras finanzas públicas a largo plazo y fortalece el crédito de Francia". Sin embargo, también resaltó la "gran importancia" de trasladar este esfuerzo de recuperación a una norma constitucional sobre el equilibrio de las finanzas públicas, como han hecho muchos de los socios europeos. En ese sentido, Sarkozy defendió las medidas adoptadas por España e Italia y la intervención del BCE para comprar deuda.
Por su parte, el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, se apresuró a anunciar que el 18 de agosto "o tal vez antes" convocará un Consejo de Ministros de carácter extraordinario para aprobar un decreto ley con nuevas medidas para salir de la crisis.