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¿Y ahora quién está mintiendo?

La declaración de la menor de Camas únicamente siembra más dudas sobre lo que le ocurrió a Marta.

el 05 nov 2011 / 19:49 h.

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La menor de Camas, en la puerta de los juzgados.

¿Quién está mintiendo? ¿Uno, dos, tres o todos los implicados en el crimen de Marta? ¿Alguno ha contado alguna vez la verdad? ¿Y la menor de Camas? ¿Cuándo ha dicho la verdad? ¿Le mintió también Miguel a ella? Demasiados interrogantes para un crimen, el de Marta del Castillo, que está siendo juzgado desde hace dos semanas y del que ya existe un sentencia firme contra uno de los implicados, el menor apodado el Cuco.

Las sesiones del juicio se van sucediendo una tras otras, y ya vamos por ocho, y lo único que sacamos en claro es el enredo, la trama, el laberinto, en el que se ha convertido el mismo. Eso, y la paciencia de una familia, demasiada, que ha tenido que escuchar hasta cinco formas distintas sobre cómo se produjo la muerte de su hija, cuyo cuerpo siguen a día de hoy, camino de los tres años de su desaparición, sin poder recuperarlo.

La última esperanza estaba depositada en la menor de Camas que fuera novia de Miguel Carcaño cuando ocurrieron los hechos. Nada. La chica insistió en que Miguel la llevó hasta una arboleda muy próxima a su casa, cuando ésta le preguntó dónde había enterrado a Marta. Allí ya se buscó, sin éxito. Por eso, la Policía siempre ha dudado de esta versión de Rocío, que jura que ahora está contando la verdad. Si no lo hizo antes, dice, es porque estaba amenazada. Otro punto que hace poco creíble su relato porque, aunque la joven reconoció la voz, que resultó ser la del hermano de Miguel, no se ha podido comprobar en su teléfono la existencia de una llamada extraña a los pocos días del crimen, como ella dice.

La menor hace unas acusaciones muy graves: Miguel golpea Marta con un cenicero y cuando cae al suelo él y Javier Delgado comienzan a golpearla. Una acusación que daría la vuelta por completo al caso, pero que no ha sido tenida en cuenta ni por la Policía ni por las acusaciones, tras ver en la sala que no le preguntaron ningún detalle al respecto. La pregunta que viene rápidamente la cabeza es si esto que cuenta la chica es verdad. ¿Se lo está inventando? ¿O ella cuenta lo que Miguel le dijo en ese momento y fue éste en realidad el que le mintió?

Está claro, que Marta no estaba en el lugar de Camas que ella dijo, pero también es posible que Miguel la engañara. ¿Eso invalida el resto del relato de la joven? Sin embargo, fue ella la que dijo que Carcaño se escapó de la casa de Camas esa madrugada para, según el mismo le contó, volver a León XIII a "limpiar pruebas" y deshacerse del cuerpo de la joven. Un hecho que cuadraría con que, como creen las acusaciones, el cuerpo fue sacado del piso de madrugada. Además, también cuadra con que dos vecinos vieran a Miguel con una silla de ruedas en el bloque sobre la 1.30 horas y que algo más tarde el propietario de un bar cercano observara a dos jóvenes portando un "bulto" en una silla de ruedas para, minutos más tarde, volver sin nada.

Las defensas, en cambio, sostienen que no es posible porque Miguel responde a una llamada de la madre de Marta a la 1.37 horas. Las antenas le sitúan entonces en Camas y la menor asegura que antes de salir por la ventana habló con Eva Casanueva. Miguel no pudo duplicarse, pero sí sería posible que si se marchaba de Camas a esa hora llegara a León XIII sobre las 1.50 horas. El vecino decía que podía ser a la 1.30 horas o, incluso, más tarde. Esto supondría que Miguel fue visto por los vecinos cuando preparaba la silla para sacar a Marta y que, minutos más tarde, salieran a la calle con ella, momento en el que les vio el propietario del bar. Según este hombre, eran dos chicos, no tres, los que llevaban la silla, uno diez centímetros más alto que el otro, pero no pudo verles la cara.

La importancia de poder probar que se deshicieron del cuerpo de madrugada radica, en gran parte, en que ello implicaría sin lugar a dudas a María García, la novia del hermano de Miguel. Ella misma reconoce que a esa hora estaba en el piso y, de hecho, una llamada al móvil de Javier a las 2.00 horas la sitúa allí, mientras que su novio es localizado por los repetidores en Luis Montoto, la zona por donde tenía un bar de copas con varios socios.

Por ello, el testimonio de Rocío, que pasó la noche del crimen con Miguel, es clave. Ella sabe si realmente volvió o no a León XIII, o, al menos, si salió de la casa en algún momento y la hora exacta a la que llegó. El problema es que su testimonio ha perdido mucha fuerza porque en dos ocasiones mintió, como ella misma reconoció sin cortapisas en el juicio. Primero negó conocer los hechos, afirmando ante las cámaras y en varios platós de televisión que su entonces novio no le había confesado nada, y que si lo echaron de su casa era porque su madre comenzó a sospechar. Ya en marzo de 2009 cambió de versión, asegurando que Miguel también le había contado a ella que mató a Marta de un golpe y que la lanzó al río. En septiembre de 2009, fue cuando contó lo que, según ella, es "la verdad". ¿Cierto o falso?

Esta semana también hemos escuchado a ocho policías que intervinieron en algún momento de la investigación del caso, entre ellas la inspectora que la dirigió. Hemos tenido que oír, como ya venía diciendo la defensa de Samuel Benítez, que no hay ni una sola prueba científica u objetiva que lo incrimine. Nada. Ni una huella, ni su ADN. Nada. Lo que los agentes lograron para implicarle fue la declaración del autor confeso del crimen, Miguel Carcaño, que metió al que por entonces era su amigo. Luego éste reconoció que acudió al piso de León XIII a auxiliar a Carcaño y así lo contó también el Cuco. Tanto Samuel como el Cuco se han retractado de sus confesiones, usando el mismo argumento manido: presiones policiales. Han llegado a decir que sólo tenían que asentir a lo que le iban sugiriendo.

Sin embargo, los agentes confían plenamente en los datos que se desprenden de los registros de llamadas de los móviles de los imputados durante la noche del 24 de enero de 2009. Hay dos franjas horarias, primero por la noche y luego ya en la madrugada del 25 de enero en las que no se les puede localizar. Esta semana será el turno de los testigos de Samuel y del Cuco. ¿Desmontarán su coartada? De momento, a Javier ya se la ha dado su ex mujer: estuvo con ella.

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