Cofradías

Y al séptimo día... llegó la Esperanza

Los sevillanos aprueban la mejora de la Macarena tras ser intervenida por Arquillo.

el 07 jul 2012 / 12:36 h.

Una vecina de la Resolana recitaba ayer aquella saeta que cantara Marta en la calle Parras al regreso de la Macarena tras su coronación canónica en 1964: "Te fuiste para tres días/ y tardaste siete en volver/ Madre de la Esperanza/ no lo vuelvas a hacer". Y es que de nuevo al séptimo día... volvió a brillar la Esperanza junto al Arco después de haber sido retirada del culto el sábado pasado para ser sometida a una intervención "de mantenimiento" por su médico de cabecera, el profesor Francisco Arquillo, autor de su última gran restauración hace treinta y cuatro años.

Carmen Morilla, que así se llama esta vecina de la Resolana, no faltó al reencuentro con la Señora. En la mesa petitoria, a pie de la escalerilla que lleva al camarín, relataba así el trajín de la mañana: "Han pasado muchas cámaras y trípodes al hombro, pues están viniendo muchos curiosos a ver cómo ha quedado la Virgen. Los hermanos vendrán a la sabatina de la tarde". A lo que rápidamente respondía: "Yo la veo igual que siempre, más bonita que ninguna".

Carmen se emocionaba al recordar con Ana, otra vecina y hermana colaboradora, cómo ha sido esta semana sin Ella: "Había un vacío muy triste. Era entrar y no verla... Yo hasta lloraba. A mí me dicen que me tengo que casar sin la Virgen, y no me caso".

Algo que, por suerte, no le sucedió a Pilar y Carlos, los primeros novios que contrajeron matrimonio ante la Esperanza renovada. Al finalizar la celebración nupcial, al filo de la una de la tarde, Pilar confesaba, entre una cascada de felicitaciones y fotos, la preocupación añadida que ha supuesto para ella esta situación: "He tenido mucha suerte. Me he llevado toda la semana rezando para que estuviera a tiempo y me pudiera casar delante de Ella. Soy muy devota de la Esperanza".

La reposición al culto de la Esperanza aumentó la afluencia de público a la Basílica. Todos buscaban la foto, el comentario y el deleite ante la imagen, que, entre otras actuaciones, había sido sometida a una limpieza controlada del rostro y las manos. Estas últimas evidenciaban la intervención del profesor Arquillo al atenuar la madera que la devoción de los besamanos de diciembre había dejado al descubierto. Jesús Borjabad, miembro de la junta de gobierno macarena, insistía en "el perfecto estado" de la dolorosa y en que los trabajos se habían limitado a una revisión rutinaria: "Es como cuando tú vas al médico, y te haces un chequeo y punto".

Colas antes de abrir. La expectación era tal que desde primeras horas de la mañana, numerosas personas fueron desfilando por la Basílica para comprobar el estado en el que había quedado la dolorosa. Así, la primera misa de la mañana (a las 9.00 horas) contó con el doble de público de lo normal. Enrique Fernández, capiller del templo, resumía la imagen del atrio poco antes de abrir: "Ya había gente esperando en la puerta. Había muchas ganas de ver a la Esperanza". Además se reanudaron las visitas al camarín, interrumpidas hace tres semanas cuando comenzaron los trabajos de revisión de la Virgen del Rosario, primero, y el Sentencia, después. Antonio y su familia, todos murcianos, quedaron impresionados con la imagen: "La Virgen impacta mucho", y eso que les costó dos visitas, pues el viernes no estaba.


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