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Y de nuevo perdió el de amarillo

El Sevilla cayó derrotado ante un equipo alemán, el Hannover 96, casi treinta años después.

el 18 ago 2011 / 22:13 h.

En el AWD Arena el banquillo nervionense volvió a vestirse de estreno europeo. En apenas un año, han sido tres los entrenadores que, dirigiendo al Sevilla, han tomado la alternativa en plaza continental. El primero fue Antonio Álvarez, en un insulso partido ante el Sporting de Braga que supuso el inicio del cataclismo. Curiosamente, el siguiente en dirigir su primer partido europeo en el Sevilla, el profesor Manzano, también lo hizo en Alemania. Aquel día, como ayer, perdieron los de amarillo, pero el Sevilla vistió de blanquirrojo y el rival era el temible Borussia de Dortmund. Por fin, Marcelino García Toral sintió lo que es dirigir un partido más allá de la frontera, aunque lo recordará con sabor agridulce tras acabar con la racha de casi treinta años sin perder ante un equipo germano de la que presumían en su nueva casa.

 

El asturiano confirmará el objetivo principal de llegar a la fase de grupos de la Europa League con una victoria ante un Hannover 96 que, aun siendo un hueso para estas alturas, parece menos fiero de lo que se pintaba. El Sevilla tiene el deber el próximo jueves ante los suyos de evitar un segundo ridículo consecutivo en una previa europea y, para ello, se debe apoyar en un Sánchez Pizjuán que nunca ha visto ganar a un conjunto alemán. Incluso la Alemania del Mundial 82 tuvo que recurrir a los penaltis para pasar a la final que después perdió ante la Italia de Paolo Rossi. Un curioso paralelismo si tenemos en cuenta que el último equipo español que jugó en el ahora AWD Arena fue la selección nacional en el Mundial de 2006. Cosas de la vida, fue precisamente Francia la que tuvo el honor de ser la última en eliminar al vigente campeón mundial y continental.

Quizás no le hayan contado aún a Marcelino que los ataques de entrenador suelen sublevar a la fiel hinchada nervionense. Por cosas parecidas al concurso de Fazio durante 70 minutos en el partido de ayer, el sevillismo se dividió a favor o en contra de Manolo Jiménez -que por cierto sí ganó su partido con el AEK con un gol de José Carlos-, algo que no dudará en volver a hacer si los fantasmas de Braga se le aparecen al de Careñes. La grada sólo quiere victorias, y desde que comenzara el 2010 entiende que hay dos piezas fundamentales para que el Sevilla las consiga. Una está lesionada, la otra, inexplicablemente, sólo jugó veinte minutos.

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