Tras Nochevieja nos quedan unos días en los que la mente se distrae y relaja para, a renglón seguido, atacar el comienzo de año. Hasta que lleguen los Reyes Magos, aún nos perderemos por las tiendas buscando ofertas que oficialmente, desde hoy, se nos presentan como rebajas oficiales, aunque desde hace semanas, hemos podido ver carteles anunciando porcentajes de descuento que, por ley, no se podían presentar como rebajas oficiales.
Será de lo poco que nos quede para aislarnos, porque a partir de ese momento mencionado, nos enfrentaremos a un 2009 cargado de incertidumbres. Lo que sí es seguro es que casi todo sube, para seguir con las buenas costumbres, y casi nada baja. Lo del descenso de precio en la bombona de butano debe ser un accidente, dirán algunos.
Y poco más se puede dar por certero, porque, tal y como han demostrado los gurús, sus pronósticos han brillado más por sus errores que por sus aciertos. Que venía la crisis estaba claro, pero que se entrara en barrena a esta velocidad, no lo supo pronosticar casi nadie. Lo más probable es que los próximos días sean muy cortos y tras las fiestas, los siguientes sean mucho más largos.
Periodista
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