Por si la crisis no tuviese ya bastantes vertientes, un nuevo agente ha entrado en escena. Se trata del FBI. Algunos de los gigantes rescatados por el Gobierno de EEUU están siendo investigados por un presunto fraude en el negocio de las hipotecas de alto riesgo.
La investigación que ha abierto el FBI a las hipotecarias Fannie Mae y Freddie Mac, así como a la aseguradora AIG -intervenidas por el Gobierno- y al banco Lehman Brothers, supone una nueva ramificación en la grave crisis que atraviesa el sector financiero.
Estas cuatro compañías se han sumado a otras 22 que están bajo sospecha por haber cometido irregularidades contables o haber animado a los inversores a comprar activos garantizados con las hipotecas subprime sin alertarles del riesgo que corrían. Además, el FBI investiga a 1.400 intermediarios de créditos hipotecarios por posible fraude.
El hundimiento del mercado de las hipotecas basura, concedidas a personas sin solvencia económica, originó una reacción en cadena que acabó por hundir el sector inmobiliario y ha desencadenado la peor crisis desde la Gran Depresión de 1929. Ahora, las autoridades se han lanzado a la caza y captura de responsables de la crisis a la que se ha visto abocado el país.
Si bien muchos expertos consideran que detrás de la debacle financiera está la laxitud reguladora de la administración, que permitió el crecimiento exorbitante del mercado de las subprime, las autoridades buscan ahora responsables entre las empresas que operaron con estos productos, las primeras víctimas de la crisis financiera.
El FBI defiende que, tras estar meses investigando a las pequeñas hipotecarias del país, ha llegado el momento de dirigir la atención a los gestores de las grandes compañías que se lucraron al calor del boom hipotecario.
