Con "alegría" pero sin "euforia". Ja-vier Arenas, líder del PP, mandó ayer a los suyos interpretar así el resultado de las europeas, donde han subido casi 130.000 votos. El dirigente no pudo imitar el discurso de la dirección nacional -de la que es miembro- porque en Andalucía, a diferencia del mapa de España, el PP ha perdido los comicios.
En el comité ejecutivo regional quiso trasladar un mensaje de optimismo moderado. Dijo que en la comunidad hay una tendencia "imparable": que el PP sube en cada cita en las urnas mientras que el PSOE baja. Pero también señaló los puntos flacos donde no dejará que nadie se relaje.
Arenas tiró de archivo para demostrar que el del 7-J ha sido "el mejor" resultado que han cosechado en unas europeas. Sólo tuvieron una marca mejor, en las generales de 2000, cuando obtuvieron el 40,5% de los votos. También se afanó en reivindicar el papel de la delegación andaluza en el avance del partido.
"El PP-A -explicó- es el que ha aportado un mayor crecimiento de votos" a la formación. Ese empujón le ha valido la "felicitación" de mucho de sus compañeros en Madrid que otras veces, según confesó, le habían "reprochado" que Andalucía impedía la victoria del PP a nivel nacional.
El líder popular enumeró las "señales" que visualizan, a su juicio, que la alternancia está cada vez más cerca: la conquista de diez diputados en las últimas autonómicas, la mayoría absoluta en Galicia y que el PP tuviera la llave del cambio en el País Vasco. También presumió de que en el "primer examen" de José Antonio Griñán como presidente de la Junta su partido le ha recortado al PSOE "cerca de 11 puntos".
Ahora toca poner toda la carne en el asador para las municipales de 2011, donde el PP se juega si realmente está en condiciones de disputar el Gobierno andaluz a los socialistas. Arenas puso a los suyos a trabajar desde ya para lograr gobernar en las ocho capitales, "solidificar" su poder en la costa y superar su talón de aquiles: los pueblos del interior.
Habrá que "esforzarse muchísimo" -ordenó- en Jaén, Sevilla y Huelva. Y dio dos recetas para llegar a la Junta: "seguir en la calle" y hacer oposición pero aportando propuestas contra la crisis.
