Cultura

¿Y esto hace gracia?

España, 2009. Dirección: Javier Ruiz Caldera. Argumento: Cinta al estilo de Scary movie que se mofa de varias producciones del cine español, desde Los otros a El orfanato. Intérpretes: Carlos Areces, Joaquín Reyes, Alexandra Jiménez, Silvia Abril, Leslie Nielsen, Eduardo Gómez. Guión: Paco Cabezas. Fotografía: Óscar Faura. Música: Fernando Velázquez. Duración: 89 minutos. Apta

el 08 dic 2009 / 21:49 h.

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Se veía venir. Hay quien podría afirmar que hasta de lejos. Si ya el spoof (esas películas como Aterriza como puedas, Agárralo como puedas o Scary movie en sus numerosas entregas) como sub-género de la comedia norteamericana había demostrado por activa y por pasiva que había dado sus últimos estertores hace ya bastantes años (me atrevería a decir que lo último medio digno que se rodó en este sentido fue la primera entrega de Hot shots), era tan lógico como evidente pensar que nada bueno podía salir de esta Spanish movie.

Y efectivamente, así ha sido. Tan olvidable y aburrida resulta este compendio de chistes malos que resulta harto difícil estar ahora mismo en mi pellejo y tener la obligación de seguir escribiendo, aguantando al tiempo las ganas de no cortar por lo sano invitñandoles a que eviten a toda costa malgastar el dinero en tan lamentable subproducto. Pero en fin, como mi trabajo es escribir, pues sigamos haciéndolo.

Durante sus ochenta y nueve minutos (y menos mal que no han sido más, pues entonces habríamos tenido que llamar al Ministerio de Sanidad para que catalogara el filme como pernicioso para la salud) Spanish movie hace gala de un descerebramiento que asusta: no hay en el metraje ni un momento en el que los labios hagan intento por cambiar del rictus serio por un esbozo de sonrisa, y no digamos ya una carcajada, algo que brilla por su ausencia si su nivel de inteligencia es superior al de una alcachofa.

Los actores hacen lo que pueden con una sucesión de escenas capaz de acabar con la paciencia del cinéfilo más resistente, ese que le echa reaños a cintas de toda índole y procedencia y al que nada es capaz de asustar... aunque hay aquí momentos en los que uno no sabe si salir despavorido de la sala o meterse debajo del asiento para evitar la vergüenza ajena que provocan las manidas soeces (ventosidades y movimientos gástricos variados forman parte constante del "humor de calidad" de la cinta) y los gags por agotamiento de que hace gala la cinta minuto sí, minuto también.

Y no sigo, porque como lo haga voy a terminar diciendo algo de lo que me podría arrepentir.... ¿cómo?...¿qué ya lo he dicho?... ¡diantres!

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