Cultura

Y la celebración siguió en el Teatro Quintero

el 16 nov 2010 / 21:38 h.

El Pipa, con los numerosos artistas que acudieron a la fiesta de Jesús Quintero, ayer sobre el escenario del teatro que el periodista y empresario posee en la calle Cuna.
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Tras la prolongada espera de la mañana en el barrio de Santa Cruz, y después de hacerse pública la esperadísima noticia pasadas las tres del a tarde, la fiesta cambió de escenario. En la calle Cuna, con alfombra roja incluida, el Teatro Quintero se puso de gala y abrió sus puertas una vez más al arte jondo para acoger a sus artistas y a una marabunta de medios de comunicación locales y nacionales que, cámara al hombro, deambulaban ansiosos por captar alguna improvisada explosión de júbilo a modo de baile, palmas y alegrías. Al final, todos quedaron saciados.

El periodista y empresario Jesús Quintero convidó a la merienda -barra libre incluida- y, como buen anfitrión, fue recibiendo a los flamencos que tuvieron a bien acercarse a celebrar que desde ayer todos ellos son patrimonio de la humanidad entera. Javier Barón, José de la Tomasa, Diego Carrasco, Argentina, Antonio El Pipa, Junior, Rubén Olmos y muchos otros compartieron con los medios sus impresiones sobre lo que supondrá el reconocimiento de la Unesco para el arte jondo y lo festejaron como mejor saben hacerlo, con cante, baile y toque sobre las tablas.

Lo primero, recordar a los ausentes: "Se lo dedico a todos los que han puesto la primera piedra, los grandes pilares del flamenco que ya no están, porque gracias a ellos nosotros estamos ahora aquí", dijo emocionado Diego Carrasco.

La joven Argentina reivindicó el papel de la mujer en el flamenco y aseguró que dejar Huelva y sus estudios para venir a Sevilla a formarse en este arte fue la "mejor decisión" de su vida.

La cineasta Pilar Távora también quiso compartir su alegría: "Esto es un paso de justicia. Ya era hora de que se reconociera el valor desde fuera, y también desde dentro, para que muchos se den cuenta del valor de este arte que han desprestigiado por ser propio".

Junior también subió al escenario y arrancó un sonado aplauso con sus palabras: "El flamenco ahora es un caramelo del que muchos pueden presumir, pero que no se nos olvide que fue pisoteado, renegado y aplastado en el pasado. Hoy el mundo disfruta de ese arte".

Por su parte, el maestro de ceremonias ejerció de lo suyo y condujo la fiesta, invitando a los artistas, uno a uno, a expresar su opinión sobre la declaración ante el micrófono. Pero antes, dejó clara su postura: "Ésta es una de las noticias del siglo. El flamenco nació perseguido, luego estuvo solo por cuevas. Pasaron los años y Mairena lo llevó a la universidad; y luego Paco de Lucía, al Teatro Real, y_Camaron, a los grandes escenarios del mundo". Además, tomó prestada unas palabras de Diego Carrasco, "las declaraciones de un gitano, las mejores que he oído hoy", dijo: "Ea, ya tenemos carné".

Por último, anunció sus intenciones para el Quintero: "Me gustaría que algún día este teatro se convirtiera en un templo de cultura flamenca, un lugar de referencia para quienes vengan a Sevilla y quieran saber de flamenco. Un sitio donde nacen espectáculos, discos,_DVD flamencos... Una fábrica de flamenco como fue la Motown para el soul._El objetivo es que el arte jondo esté donde se merece: en la cumbre", concluyó.

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