Feria de Abril

Y los ‘guiris’ se creen que todo es gratis

el 27 abr 2012 / 19:05 h.

La Calle del Infierno es sinónimo de alegría y bullicio, pero también a ella la maldita crisis le está golpeando de lleno, según se quejan la mayoría de los feriantes que dicen que para que el negocio se mantenga hay que trabajar prácticamente de sol a sol y, por supuesto, manteniendo los mismos precios de hace años para que el público no se retraiga en la que dicen es "la mejor feria de toda Andalucía".

Pero si la recesión está hiriendo a los feriantes, estos también tienen que tener cuidado, y mucho, con algunos guiris, que siguiendo las directrices de sus guías, o al menos es la disculpa que ponen, intentan montarse, eso sí, sin éxito, en las atracciones. Fernando Berral, responsable de una de las norias de la Calle del Infierno, señala que en su atracción no se está notando demasiado la crisis, pero cuenta con gracia que el otro día unos turistas franceses le pidieron dos tickets para dar una vuelta en la noria y se fueron sin pagar. "Cuando les dije que cada viaje costaba 3,5 euros me respondieron que su guía les había dicho que montarse en los cacharritos era gratis".

Ésta es una de las muchas anécdotas que cuenta Berral, un joven con mucha experiencia en la Feria, puesto que su padre viene a Sevilla desde hace unos 40 años. Fernando reconoce que la atracción que monta su familia al ser tradicional tiene un público muy fiel, "en ella disfrutan desde los niños a abuelos de más de 80 años como los que se montaron hace un par de días".Menos optimista se muestra Ángeles Guerrero, del Canguro Show, se queja de que la falta de dinero se está notando y mucho. "En mi atracción se montan padres con niños y adolescentes, por eso a partir de las once de la noche prácticamente podríamos cerrar. Los jóvenes de 20 a 30 años prefieren estar en las casetas comiendo, bebiendo y bailando".

Ángeles, con un bote de limpiacristales en la mano para tener inmaculada su taquilla, remarca que los precios de su atracción, 3,5 euros, no han subido este año y que se mantienen invariables tanto por el día como por la noche. "Sólo en la preferia la tarifa es más baja, a 2,5 euros, una tradición en la Feria de Sevilla", aclara.

Y es que aunque muchos cacharritos tengan un precio fijo durante todo el día hay otros como el Inverter, una atracción para los más osados, en los que por la mañana puedes montarte por 3,5 euros pero cuando cae la noche se dispara a 5 euros como la adrenalina que genera a los que dan una vuelta en este aparato.

Pero a pesar de la crisis, el responsable del Súper Látigo, Mariano Pérez, reconoce que la Feria de Sevilla "es la mejor de Andalucía". "Yo comienzo a trabajar en Sevilla y acabo en octubre, en la Feria de Arcos de la Frontera, para dedicarme el resto del año a poner a punto la atracción", explica. Este feriante remarca que él durante los meses que va de gira por las diferentes fiestas está a pie del cañón durante todo el día, "sólo me muevo para comer y poco más".

La responsable del Simulador Virtual y de una tómbola, Celia Sastre, se queja de que la cosa está muy mal, dice que los precios, a 3,5 euros, se mantienen, y advierte de es imposible bajar las tarifas para animar a la gente, porque sino sería imposible pagar los costes. Explica que ella trabaja los 365 días del año: "No puedo parar". Celia con sus atracciones recorre prácticamente toda España y se muestra este año muy sorprendida de la falta de afluencia a la Calle del Infierno en esta Feria: "Está muerta, no hay gente, es increíble, como siga así no vamos a cubrir los gastos", reitera.Sin embargo, aunque el volumen de clientes también se ha resentido en una de las atracciones más clásicas de las fiestas, los coches locos, estos resisten a la crisis.

Esta fortaleza puede deberse a que los precios son los mismos desde hace una década, según afirma Fernando Bañuls, responsable de uno de los autos de choque de la Calle del Infierno. Como es tradición a mayor número de fichas que se adquieran el precio del viaje sale más barato. Si se compra una cuesta la vuelta 2,5 euros, sin embargo tres viajes salen a 6 euros y por seis fichas se pagan 10 euros, es decir, la vuelta cuesta 1,66 euros. Como dato curioso Fernando cuenta que cada vez su público es más pequeño, "hay mucho niño".

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