El pleno de la Diputación de ayer vivió momentos de tensión -aunque al final se alcanzara un consenso, no sin concesiones- a la hora de instar al Ministerio de Fomento a que busque un trazado de la A-4 que beneficie el interés general y socioeconómico del Bajo Guadalquivir y las zonas afectadas.
El nuevo trazado, que aún está en manos de Fomento, ha llevado a posturas políticas tan enquistadas que ni siquiera la voluntad de consenso expresado por los cuatro grupos políticos de la Diputación de Sevilla logró calmar a los defensores de ambas posturas, lo que hizo necesario cinco minutos de receso para aprobar una moción conjunta.
En el debate de la proposición, presentada por Izquierda Unida, tomó en primer lugar la palabra el representante andalucista y concejal de Utrera -uno de los municipios implicados-, José Hurtado, que como era de esperar defendió el trazado por la actual N-IV.
A continuación fue Manuel Gutiérrez Arregui, de IU, que defendió la misma alternativa 1B -otro de los afectados es El Cuervo, cuyo alcalde Juan Garrido, pertenece a la coalición de izquierdas- el que pidió el consenso "para que no se produzca un debate localista".
Así, a la enmienda a la moción presentada por el PSOE pidió que se eliminara "que afecte a un mayor número de población", porque aseguró, "significa que nos estamos decantando por la opción 3A", la que circularía por la actual A-471, El Torbiscal-Sanlúcar de Barrameda, y que es la que defienden los ayuntamientos de Las Cabezas de San Juan y Lebrija.
Población. También lo defendió el alcalde de Los Palacios y Villafranca, Antonio Maestre, en su intervención como vicepresidente segundo, alcalde "y presidente de la Mancomunidad del Bajo Guadalquivir". Maestre afirmó que "estoy de acuerdo en buscar un consenso e instar a ello al Ministerio, pero cada uno tira para lo suyo. Entendemos que el criterio poblacional es importantísimo", además recalcó que "el trazado está en estudio".
La popular Regina Serrano afirmó que su partido se iba a abstener y, mientras que se ponía en marcha la nueva autovía, pidió que se libere el peaje de la AP-4 a la altura de Las Cabezas.
Una nueva intervención por parte y parte no hizo sino radicalizar las propuestas al mismo tiempo que reafirmaban la necesidad de hallar un consenso. Así, mientras Maestre se negaba a eliminar el criterio poblacional e IU lo rechazaba, el Pleno se dio un receso de cinco minutos para llegar a una moción de consenso en la que el alcalde de Los Palacios tuvo que dar su brazo a torcer, al desestimarse el criterio poblacional a la hora de instar a Fomento a decantarse por un trazado. Al final se aprobó por unanimidad instar al Ministerio a que, a la mayor brevedad, posible busque un trazado de consenso atendiendo al interés general y socioeconómico.
