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¿Y qué va a pasar con mi Feria?

La crisis echa el cierre a tres ferias del área metropolitana... y aún pueden caer más

el 12 jun 2010 / 20:04 h.

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Paseo de caballos en la Feria de Mairena del Aljarafe.
La crisis se ha convertido en una devoradora de fiestas. La decisión de Mairena del Aljarafe y Aznalcóllar de suspender sus Ferias en 2010, como hizo un año atrás Palomares del Río, ha abierto la caja de Pandora en el seno de los ayuntamientos, que se debaten ahora entre celebrar la fiesta local con lo justo o directamente "cerrar el chiringuito" a la espera de que lleguen tiempos de bonanza. Y es que la soga está apretando tanto a las haciendas locales que a estas alturas aún hay seis pueblos del área metropolitana que no tienen claro si organizarán su Feria.

 

Espartinas, Castilleja de Guzmán, Castilleja de la Cuesta, Palomares del Río, La Algaba y Brenes tienen ese dilema y llevan semanas tirando de la calculadora. Estas dudas tienen un denomina- dor común: "Lo primordial es el pago de las nóminas y el mantenimiento de los servicios", señalan desde el Ayuntamiento de La Algaba, que deja la puerta abierta a la suspensión de sus fiestas que se celebran cada septiembre.

Espartinas es el último ejemplo de cómo está el panorama, ya que ayer mismo reveló que tiene diseñado un nuevo formato para intentar no suprimir las fiestas patronales de septiembre. Bajo la denominación Prohibido cobrar, prohibido pagar, el portavoz municipal, Javier Jiménez (PP), explica que se hará un llamamiento a la solidaridad de los vecinos que más tengan con los más necesitados, a lo que se unirá pasar de cinco días a dos días de fiesta y suprimir las actuaciones musicales de pago y la ornamentación lumínica.

En esta línea, las actuaciones dependerán de las escuelas municipales (música, baile, tauromaquia...) y de los vecinos que quieran participar, bien sean artistas aficionados o profesionales.

En Palomares ya se quedaron sin Feria en 2009. Su alcalde, Juan Bautista Gines (PSOE), reconoce que "la situación no ha cambiado nada de un año a otro", admite el regidor, que no obstante está negociando con empresarios locales y vecinos la búsqueda "de una colaboración para hacer una Feria modesta en torno a la patrona". Donde hay menos margen de maniobra es en Castilleja de Guzmán.Su Feria se celebra a final de mes y su alcalde, Carmelo Ceba (PSOE), todavía no ha adoptado ninguna medida drástica, pese a que es consciente de que "la situación es realmente difícil y, de celebrarse, será una Feria muy cortita".

Hay otros municipios donde la supervivencia de la feria está más cerca, aunque siga en el aire.En Castilleja de la Cuesta se están haciendo números para mantener la Feria de la Tapa en octubre -su gran fiesta al carecer de Feria local-.El alcalde, Manuel Benítez (PSOE), señala que "aún es temprano para tomar decisiones", pero que buscará "todas las fórmulas para sacarla adelante" sin que éstas supongan dañar a las arcas municipales. Igual está el alcalde de Brenes, Marcelino Contreras (UPAN), que prefiere esperar "a ver cómo respira". "No soy partidario de quitar la Feria, sino más bien de hacer recortes, pero no se qué ocurrirá tras el verano", explica el regidor, que tiene su ventaja: su Feria es en octubre.

Frente a estos casos dramáticos, que tienen en mente echar el cierre, el resto de municipios del área metropolitana son proclives a apretarse el cinturón al máximo. El tope está en recortar a la mitad la inversión en las fiestas, como harán en San Juan de Aznalfarache, Los Palacios y Villafranca, Coria del Río, Pilas, Bormujos, Bollullos de la Mitación o Villamanrique de la Condesa.

Todos, más o menos, rebajan lo mismo: renuncian a los fuegos artificiales y dejan de invertir en cantantes de renombre y apuestan por gente de la casa, que tienen menos caché y son más baratos. En Almensilla, uno de los primeros pueblos afectados por la crisis, habrá Feria, aunque "no habrá cante a excepción de los jóvenes del pueblo", según explica su alcalde, Carlos Ufano (PSOE).

La Feria se mantiene en la mayoría de pueblos por dos razones: hay mucho gente que come de la fiesta -camareros, cocineros, seguridad...- y porque la tradición puede a veces más que las apreturas económicas. O si no que se lo digan al alcalde de Santiponce, José Peña. Su municipio tiene Feria desde 1691, cuando el rey Carlos II le concedió un privilegio real para organizarla en octubre "para activar la economía". "Se puede suspender todo menos la Feria", asegura, porque sus vecinos "viven todo el año por ella".

Y es que las fiestas locales trascienden más allá de las decisiones de los políticos por la crisis. "La Feria no es del Ayuntamiento de turno, sino del pueblo", reivindica sin rubor el alcalde de Alcalá del Río, Juan Carlos Velasco (IU), tan claro como el regidor de Gelves, Miguel Lora (Independiente), que defiende que "nadie tiene derecho a quitarle la Feria a los ciudadanos", aunque se tenga que hacer "con el mínimo de gastos".

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