Definitivamente, José Antonio Reyes se ha empeñado en dar alegrías a la afición del Sevilla en días señalados. Lo hace justo cuando los sentimientos están a flor de piel y todo el mundo desea, más que nunca, ver ganar a su equipo: en los derbis. Además, esas alegrías tienen al estadio Ramón Sánchez-Pizjuán por escenario, el lugar donde ruge el sevillismo, donde la afición corea los nombres de sus ídolos.
Reyes no lo ha tenido fácil en esta segunda etapa como futbolista del Sevilla. Se marchó entre lágrimas y regresó como hijo pródigo entre dudas a un equipo en plena reconstrucción tras la gloriosa etapa de los títulos. Para unos, su fichaje era un acierto; para otros, un error. Míchel lo dejó claro siempre: Reyes debe reconvertirse si quiere volver a triunfar.
El problema es que entre sus problemas físicos y que los años no pasan en vano, el de Utrera ha aparecido demasiado a cuentagotas en esta segunda etapa,. Pero si en algún momento ha brillado con luz propia, ha sido en los derbis.
La pasada campaña, Reyes firmó uno de sus mejores partidos como sevillista, en el famoso 5-1. Ese día marcó dos goles y volvió loco al Betis él solito. Escuchar a la afición corear su nombre era su gran anhelo.
Luego, la intermitencia volvió a acompañarle, a la espera de que ésta fuese por fin su gran temporada. Pero tampoco tuvo suerte con las lesiones. Este domingo, frente al Betis, disputó su primer partido de Liga como titular. Una lesión en agosto le frenó por completo. Hasta ayer.
Reyes siempre se sale con la suya en los derbis. Lo dijo, con el partido recién finalizado, Carlos Bacca, un recién llegado. El colombiano había oído hablar de las diabluras del utrerano frente al eterno rival. Y en esta ocasión las contempló in situ.
Reyes fue la gran apuesta de Unai Emery en este derbi... y resultó ganadora. Un gran pase suyo, jugando a pierna cambiada, permitió a Bacca asestar el primer golpe al encuentro. Luego provocó la expulsión de Paulao, tras lo cual llegó el 2-0 y el golpe casi definitivo al derbi. Esperamos que tenga la continuidad que debe tener un futbolista de su calidad, afirmó Del Nido a modo de aviso para que no se duerma en los laureles. Por algo será.
