Más de 200.700 estudiantes de Primaria, entre 9 y 10 años, y de Secundaria, de 13 a 14 años, se examinan hoy del primero de tres exámenes de las pruebas de diagnóstico, una macroevaluación con la que la Consejería de Educación pretende coger la temperatura del curso a pocas semanas de que terminen las clases. Pero una semana antes, todos los colegios e institutos públicos y privados andaluces distribuyeron más de 200.000 cuestionarios entre los padres de los alumnos que tenían que realizar las pruebas.
El cuestionario de este curso, al que ha tenido acceso El Correo, indaga en el perfil académico y profesional de los progenitores, pero también les interroga sobre sus intereses personales, sobre todo en relación a su nivel de lectura. De las diez preguntas que consta el cuestionario, ocho insisten sobre la importancia de los libros en la familia, en la casa, en el día a día. Si la enseñanza es una cadena de eslabones, la lectura es ahora el más débil, y tanto el Gobierno como el profesorado están convencidos de que debería ser el más fuerte. "Sin hábito de lectura falla la comprensión oral y escrita, y sin ellas falla todo lo demás", explican desde la consejería.
La Agencia de Evaluación, órgano dependiente de la consejería que coordina la radiografía del sistema escolar andaluz, busca en el nivel de lectura de las familias el por qué de los bajos resultados académicos de los alumnos andaluces. "Es una información determinante para saber cómo abordar la enseñanza personal de cada niño. A algunos padres les resulta incómodo contestar a las preguntas y no devuelven el cuestionario, aunque se les garantice su anonimato", aseguran en Educación.
Después de tres convocatorias consecutivas de diagnóstico, los resultados de los alumnos en Primaria y ESO siguen encallados en la escasa comprensión lectora y escrita. La Agencia ultima un informe para conocer cuáles han sido los pros y los contras de uno de los programas más ambiciosos de la consejería: el Plan de lectura y bibliotecas escolares. A raíz de este programa se implantaron horas obligatorias de lectura en Primaria y Secundaria, y se extendieron las bibliotecas a casi 2.000 colegios andaluces.
"Durante una semana, ¿cuánto tiempo suelen pasar ustedes leyendo en casa?", pregunta el cuestionario de las familias. Hay una casilla para el padre y otra para la madre, y ambos tienen que elegir entre: "menos de una hora a la semana", "entre una y cinco horas", "entre seis y diez horas a" o "más de diez horas". Esta pregunta sí se repite del año pasado. Casi el 50% de las familias respondió entonces que leía entre una y cinco horas a la semana, un porcentaje ínfimo según la Junta.
La comunidad educativa coincide en que el contexto sociocultural es "determinante" en el rendimiento de los jóvenes. Por eso se han diseñado cuestionarios diferentes para padres, profesores y alumnos. En el dossier familiar incluso se les pide a los padres el número de libros y de libros infantiles que tienen en su casa, siendo 200 por hogar la media más aceptable, pero que apenas alcanza el 20% de las familias. También se indaga sobre los recursos de información que el niño tiene al alcance en su domicilio (mesa de estudio, ordenador, internet, televisión, revistas y prensa diaria...) y, con sumo detalle, el nivel educativo más alto que han alcanzado el padre y la madre.
Tan determinante es esta información para Educación como los resultados que obtendrán los niños en las pruebas de esta semana. Tal es así, que la consejería maneja informes que desgajan los condicionantes externos (el contexto socioeconómico) de los resultados académicos de los jóvenes, para tener una idea de los "defectos estrictamente educativos", "los problemas escolares al desnudo", como dice un alto representante de Educación, y que son los que pueden solucionarse directamente desde la escuela. "Por mucho que nos esforcemos, los problemas más difíciles de solucionar son los que vienen de casa", dicen en Educación.
Los cuestionarios de contexto se distribuyeron el 23 de abril en todas las provincias, excepto en Sevilla, que estaba en Feria y los entregó antes. El 6 de mayo expira el plazo para devolverlos.
«¿Hasta qué nivel quiere que estudie su niño?»
Este curso el diagnóstico de la escuela tendrá consecuencias distintas. La evaluación se realiza a final de año para que las propuestas de mejora de los colegios se introduzcan ya en el inicio del curso 2010/11. De los cuestionarios familiares, Educación tratará de amarrar “compromisos de los padres” con la educación de sus hijos. La primera pregunta del cuestionario es esencial: “¿Hasta qué nivel educativo esperan que estudien sus hijos?”. Las expectativas de los padres respecto a sus hijos condicionará en buena medida su aprendizaje. Para corregir la posible falta de interés y autoestima de los niños, los padres firmarán “contratos” con el colegio comprometiéndose a objetivos concretos: comprar más libros, leer con sus hijos, preguntarles por sus estudios a diario...
