La nueva adaptación de Los tres mosqueteros, filmada en tres dimensiones, que llegará a las salas comerciales de España este viernes, se presentó la pasada semana en el Festival de Cine de San Sebastián, dentro de las proyecciones para jóvenes del velódromo, y para hablar de ella acudieron a la cita donostiarra el joven actor estadounidense Logan Lerman (D'Artagnan) y el británico Matthew Macfadyen (Athos).
Son dos de las estrellas del gran plantel de intérpretes que Anderson ha reunido para el filme, como Ray Stevenson (Porthos), Luke Evans (Aramis), Milla Jovovich (Milady de Winter), Orlando Bloom (duque de Buckingham), Mads Mikelsen (conde de Rochefort) y Gabriella Wilde (Constanza).
Todos magníficos en sus respectivos papeles de hombres y mujeres de acción mientras el cardenal Richelieu (estupendo Christoph Waltz) maquina en la corte de Luis XIII sin tocar una espada, haciendo y deshaciendo con el consentimiento de un rey aniñado e ingenuo.
El realizador de la saga de Resident Evil y Alien versus Predator ha optado por una versión fantástica en la que aparecen máquinas voladoras y armas más que impensables en el siglo XVII, y en la que abundan tanto los puñetazos como los elegantes duelos de espadachines. Poco que ver con la historia de Dumas.Es una cinta que toma también prestado del cine de piratas y que mantiene, además de la ambientación de la época, los valores del honor, la lealtad y la amistad que agrupan a los mosqueteros en el archifamoso lema de "todos para uno... y uno para todos".
La trepidante película deja un final claramente abierto a una segunda parte, aunque nada saben de momento de ese posible proyecto Logan Lerman y Matthew Macfadyen, a los que no les importaría volver a participar porque se lo pasaron muy bien en el rodaje.Los tres mosqueteros se filmó en pueblos y ciudades alemanas de Baviera y en el Studio Babelsberg, de Potsdam.
A ambos actores les encantó pasar ese tiempo en Alemania. Creen además que las historias de aventuras tienen un componente "muy divertido" por el tipo de cosas que deben o pueden aprender, desde manejarse con las espadas a montar a caballo.
A Macfadyen, protagonista de dramas como Orgullo y prejuicio y comedias como Un funeral de muerte, le gusta también trabajar en este tipo de proyectos (lo hizo en Robin Hood, de Ridley Scott) porque considera "un reto cambiar de papeles"."La mayoría de los actores quieren hacer papeles bien distintos unos de otros", añade.
Tanto él como el jovencísimo actor norteamericano, de 19 años y con varias películas de aventuras en su currículo, creen acertado haber trasladado la iconografía del siglo XXI a un texto clásico, una apuesta más que arriesgada.
Macfadyen dice que es "interesante" que Anderson haya hecho esta adaptación tan libre del exitoso libro del literato Alejandro Dumas.
"Hay gente que piensa que hay que ser fiel al original, pero es una novela tan rica que se pueden hacer diferentes adaptaciones. Además, la gente se va a divertir mucho en el cine", destaca.
Lo mismo opina Logan. "Ha habido tantas versiones de Los tres mosqueteros que había que cambiar un poco. Y el 3D lo hace muy guay", afirma. n
