Edu estuvo en el estadio y fue otra de las atracciones.
La paliza al Nàstic afirma cosas y arroja sobre otras una necesidad de confirmación sobre esta presunta redención: el Betis regresa a los puestos de ascenso con tres triunfos caseros en los cuatro últimos partidos. Ocho goles a favor y ninguno en contra en los tres triunfos, salpicados por la infamia de Murcia, le sitúan como el equipo más goleador de la Liga Adelante, igualado a 27 tantos con el Rayo Vallecano. Los tres goles de ayer se hicieron a un Nàstic que llegaba como la segunda mejor defensa de la categoría. En defensa, el Betis tampoco anda mal: por increíble que parezca, sólo Real Sociedad, Hércules y Las Palmas han recibido menos goles que la gente de Tapia. Dicho esto...Resulta obvio que, como teórico ‘Real Madrid de Segunda' (ay...), el Betis depende de sus ‘cracks', sus estrellas, que ayer disfrutó a tope, al menos en apariencia: y el Nàstic lo sufrió en sus carnes. Marcaron los que se supone que deben marcar la diferencia en la Liga Adelante. Ellos son, adelante pues, Mehmet Aurelio, Emana, Sergio García. Con ellos en acción, este equipo debería ascender por la simple fuerza de las cosas. En acción quiere decir: con el grado de actividad que tuvieron ayer. A ver si son capaces de operar al mismo ritmo, sin ir más lejos el domingo que viene: Anoeta, Donosti, Real Sociedad de San Sebastián. O sea: el líder.
Resto de incógnitas. El mal fútbol, los malos resultados y las montaraces dentelladas de una situación guerracivilista han dejado los costurones al aire de mucho cemento vacío: en Heliópolis ya no van al fútbol 20.000 espectadores y eso se percibió ayer con claridad. Hace pocos días, Rafael Gordillo anticipó que, ocurriera lo que ocurriese, aquí se hará lo que diga Lopera, porque el máximo accionista no piensa abdicar ni vender. Esta misma semana, Alfonso Pérez Muñoz e incluso Benjamín han venido a abundar en la teoría de Gordillo. Lo que queda, lo que viene, es ir a Anoeta en posición de ascenso. Y ganar, si es posible.
