La decisión de la Guardia Civil de reactivar la búsqueda de Yeremy Vargas, el niño canario que desapareció hace cinco años, ha impulsado a la madre del joven nazareno Josué Monge, María Isabel García Chamizo, a solicitar una entrevista con la Policía para conocer cómo evoluciona la investigación por la desaparición de su hijo, que ahora en el mes abril hará seis años que salió de su casa para no volver.
Esta mujer afirma que ella confía plenamente en la labor de la Policía Nacional, que en todo momento le ha manifestado que la búsqueda de su hijo no se ha abandonado, aunque María Isabel aclara que ella nunca ha tenido fuerzas para acudir a alguno de los rastreos, como el que se efectuó hace unos ocho meses en pozos de Dos Hermanas.
Y es justo desde hace aproximadamente ocho meses cuando esta madre no tiene información sobre qué pasos se están siguiendo para localizar a Josué. “Yo he sufrido un accidente por lo que he dejado de llamar a los agentes que llevan el caso de mi hijo para preguntar sobre la investigación, pero ayer –por el lunes– cuando mi madre me informó de la reactivación de la búsqueda de Yeremy es cuando decidí llamar al policía que lleva el caso y solicitar una cita para pedir información”.
Ruth y José. María Isabel García Chamizo señala que en todo este tiempo no ha perdido la esperanza de encontrar a su hijo, “porque es lo último que se pierde y es la que nos da fuerza para seguir adelante”, aunque afirma con tristeza que no cree que Josué esté con vida. “Hay pocas posibilidades de ello”. De todo lo sucedido culpa al que fuera su esposo y padre del joven que ahora tendría 19 años, Antonio Monge, que desapareció 13 días después de que lo hiciese Josué.
Esta mujer compara el caso de su hijo con el de los niños de Córdoba, Ruth y José, donde todo apunta a que el padre de los pequeños, José Bretón, que está en prisión, sea el responsable de la suerte de los dos hermanos. “Mi marido se llevó a Josué y también se quiso llevar a mi hijo pequeño, pero este se negó”, reprocha la madre de Josué.
Durante estos seis años María Isabel ha estado arropada por amigos, familia, sus otros dos hijos y por la gente de la calle, que ha realizado varias movilizaciones de apoyo y para exigir la liberación de Josué.
Esta mujer durante estos años siempre ha manifestado que no puede permitirse el lujo de venirse abajo, aunque en ocasiones no lo puede evitar. También ha comentado que en su casa se evita hablar de la desaparición de Josué, pero reconoce que se acuerda mucho del chico cuando mira a su hijo pequeño, porque se parece mucho a Josué, o cuando ve en la calle a un chico delgado como estaba él.
María Isabel García Chamizo siempre que se le pregunta recuerda algunas de las aficiones de Josué: el deporte y la Semana Santa, por eso esa época es muy triste para la familia.
Josué desapareció en Dos Hermanas cuando tenía 13 años. El joven salió en bicicleta de su domicilio del barrio de Huerta Sola para ir a casa de un amigo que vivía a 300 metros de él, pero nunca llegó. A los 13 días desapareció, en extrañas circunstancias, su padre, Antonio Monge.
En un principio se especuló con que el chico se podía haber ido de casa porque había suspendido ocho asignaturas, pero tras la desaparición de su progenitor esta hipótesis perdió fuerza. De hecho se llegó a ordenar la busca y captura de Antonio Monge acusado del secuestro y asesinato de su hijo.
