Cultura

"Yo era radical pero el 23F, al ver lo que pudimos perder, me volví moderada"

Nativel Preciado retrata en ‘Canta solo para mí’ el inicio de la lucha por las libertades y derechos en el tardofranquismo a través de la relación entre una reportera gráfica y un periodista opuestos.

el 17 may 2014 / 23:55 h.

TAGS:

Se estrenó como periodista en los años de la Transición para el Diario Madrid, por lo que tanto los personajes como el escenario en el que se desenvuelve la novela Canta solo para mí, que la noche del viernes se alzó con el XIX Premio de Novela Fernando Lara y que saldrá a la venta el próximo 10 de junio, le son muy cercanos, aunque asegura que no hay nada autobiográfico ni son personajes reales aunque sí hay personalidades de la época que desfilan por sus páginas. Nativel Preciado (Madrid, 1948) ha optado por escribir su «novela más periodística» y retratar el ejercicio de la profesión en aquellos convulsos años en los que, a su juicio, se sembraron las «simientes de los derechos de los que hoy disfrutamos» y que, pese a los retrocesos impuestos con la actual crisis económica, no ve peligrar. Al menos no hasta el punto de retroceder hasta una situación parecida. A su juicio, se trata de «un bache en la historia del que saldremos». La escritoria y periodista Nativel Preciado, con el Premio de Novela Fernando Lara que ganó el viernes con su obra ‘Canta solo para mí’. / Foto: J.M. Paisano La escritoria y periodista Nativel Preciado, con el Premio de Novela Fernando Lara que ganó el viernes con su obra ‘Canta solo para mí’. / Foto: J.M. Paisano Pese a que el tono periodístico inunda toda la obra, Preciado defiende que Canta solo para mí –presentada al certamen con el título inicial de El hijo rojo y seleccionada por el jurado entre 257 textos– es ante todo «una historia de un amor», de un amor «loco y efímero como todos los amores locos» entre una reportera gráfica y un periodista completamente antagónicos que se saltan todas las reglas en un momento «díficil en el que todo estaba prohibido». La autora ejemplifica con la historia de esta pareja «la fuerza de la juventud y las ansias de libertad» del momento, una época en la que confesó que muchos entre los que se incluyó apoyaron incluso movimientos de ideologías extremas en aras de esas ansias de libertad. «Yo en esa época era una radical, como casi todos los jóvenes que estábamos en la Universidad en aquellos años, era muy crítica con lo lento que iba toda la Transición, pero tras el 23F me di cuenta de lo que podíamos haber perdido si hubiera prosperado aquello y me volví mucho más moderada», admitió. Preciado dejó claro que la libertad no solo consiste en que «no te metan en la cárcel» o en las vidas que mucha gente perdió por defender sus ideales sino en «poder reunirte con la gente que quieras, leer el libro que quieras, cantar lo que quieras cantar, hacer una vida cotidiana» llena de cosas que hoy por hoy parecen normales y se dan por hechas pero que en aquellos tiempos fueron conquistándose poco a poco gracias a la lucha de muchas personas por cambiar las cosas. Alejada del pesimismo en estos tiempos de crisis de quienes alertan contra un retroceso social que tardará años en recuperarse, Preciado ve solo un «bache» y mantiene que «comparado con aquella época» el avance es innegable. Y sin excesiva nostalgia, habla de una época que vivió en primera fila no solo como ciudadana sino como periodista y mensajera por tanto de las transformaciones sociales en la que, a su juicio, lo mejor era «la esperanza de todos los ciudadanos que empezaban a ser conscientes de lo que significaba la libertad». «La libertad es muchas cosas, no solo ideología política», subrayó. Además de la pareja protagonista, él un «redactor muy mítico, con mucho carácter» y ella una reportera gráfica «mucho más ingenua, feminista, que se indigna cuando ve que la realidad no es como ella pensaba visitando países donde se hablaba de revolución mientras las mujeres estaban totalmente relegadas», por la novela pasan personajes reales del momento a los que los protagonistas entrevistas o con los que se encuentran en algún momento de su carrera. Entre ellos Preciado mencionó al recientemente fallecido Nobel de Literatura Gabriel García Márquez o Jorge Semprúm y personajes más mundanos pero igualmente populares y transgresores como la trapecista Pinito de Oro o el cantante argentino Atahualpa Yupanqui. Todos ellos descritos como representantes de los «ídolos» de esa juventud que empezaba a luchar por cambiar las cosas y conquistar derechos y libertades. La novela, editada por Planeta, saldrá a la venta el próximo mes y pese a que Nativel Preciado ya es veterana en esto de los premios literarios (fue finalista del Premio Planeta en 1999 con su primera novela, El Egoísta, y ganó el Premio Primavera en 2007 con Camino de Hierro), reconoció que el Fernando Lara es un «premio especial» que le «emociona» por llevar el nombre del fundador del Grupo Planeta al que está ligada toda su «vida literaria». Una vida literaria en la que iniciada a finales de los 90 y en la que aparecen títulos como Bodas de plata (2003), Llegó el tiempo de las cerezas (2008), Nadie pudo con ellos (2011) o la última hasta el momento, Si yo tuviera 100.0000 seguidores (2012), donde también reflexiona sobre la profesión periodística, en este caso, en el siglo XXIcon los cambios impuestos por las redes sociales.

  • 1