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Yo planifiqué el parto de mi hija

Parir de pie, de lado o en cuclillas. Elegir o no la oxitocina que acelera las contracciones. O que el bebé estrene la ropita de la canastilla en el hospital. Lejos de ser un capricho, las autoridades sanitarias trabajan para que estos detalles se conviertan en un derecho de la mujer.

el 14 sep 2009 / 23:41 h.

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Parir de pie, de lado o en cuclillas. Elegir o no la oxitocina que acelera las contracciones. O que el bebé estrene la ropita de la canastilla en el hospital. Lejos de ser un capricho, las autoridades sanitarias trabajan para que estos detalles se conviertan en un derecho de la mujer. En una frase: que planifique cómo dará a luz.

Encarna sí lo programó. Esta granadina de 41 años eligió parir en casa, en su cama de siempre y acompañada en todo momento por su marido y su hija mayor, de 16 años. "Me quería dar este gustazo en la vida después de haber parido a la mayor en el hospital sin quererlo". El 4 de enero todo marchó sobre ruedas. "Empecé a sentir contracciones al mediodía. Y en media hora, el grupo de comadronas con las que habíamos contactado durante el embarazo se presentaron en casa con todo preparado: traían pelotas y una piscina hinchable para ayudarme a dilatar". Previamente, ya habían estado en su casa para comprobar que cumplía con los requisitos y medir la distancia al hospital más cercano. El precio: 1.200 euros. "Teníamos que tener todo limpio y el coche aparcado en la puerta principal para desplazarnos al hospital en caso necesario". Pero no fue necesario. "Elegí la postura en que quería estar. Puse la música que me gustaba: un concierto de piano de Mozart, Jorge Drexler, o una recopilación de bandas sonora de cine. Estuvimos contando chistes. Y mi marido y mi hija se hicieron unas pizzas mientras yo dilataba. Como yo no tenía hambre, tomaba infusiones energéticas con miel. A las cuatro menos cuarto de la madrugada di a luz de pie a una niña. Pesó 3,5 kilos".

Precisamente, la Asociación Andaluza de Matronas acaba de publicar un manual de uso clínico en el que señala que las posiciones alternativas al clásico potro prestan ventajas evidentes. "Debe ser la madre la que elija en qué postura dar a luz si presenta un parto de bajo riesgo. De ahí que se abogue por los alumbramientos poco medicalizados en los que la mujer pueda moverse mientras dilata -no está monitorizada- y los profesionales puedan controlar la frecuencia cardíaca del bebé con un estetoscopio", precisa María de los Ángeles Fernández, presidenta de la asociación.

Estas pautas están en consonancia con las directrices que marca el plan que ha puesto en marcha la Consejería de Salud para humanizar el parto en los hospitales. Eso sí, esta iniciativa no recoge la posibilidad de alumbrar en casa. Aunque según la presidenta de las matronas, "trabajamos para que las madres se sientan en el hospital como en su propia casa". Así, se ha dispuesto que en el 2009 todos los paritorios andaluces estén acondicionados para que la madre dé a luz en la intimidad y acompañada de su pareja. Tal y como dice José, marido de Encarna: "Para que el hombre no sea un mero observador del parto de su propio hijo. Yo participé. Encarna podía soltar todo su peso porque se apoyaba en mí, yo la sostenía mientras ella empujaba".

Todo lo contrario de lo que sintieron Antonio y Lucía. Esta pareja sevillana, de 31 y 34 años respectivamente, quiso alumbrar a su primera hija en casa pero tuvieron que desplazarse al hospital. "Se bloqueó en la dilatación a los siete centímetros. Ya llevaba dos noches con contracciones y estaba muy cansada", resume Antonio.

Ya en el hospital, pidieron la oxitocina, la epidural y parir en la sala de dilatación. "Pero a ella la metieron en el paritorio y a mi me dejaron fuera durante, al menos, una hora. Cuando me llamaron, vi a una matrona con la niña cogida por el cuello lavándola bajo el grifo y a mi compañera con cara de circunstancia. Fue muy violento. No entiendo cómo un protocolo puede estar por encima de las personas. Nadie tiene derecho a privarte de ese momento". Lucía lo corrobora. "No te informan de nada. El médico llegó y ni se presentó. No me dijeron que iban a usar una ventosa para sacar a la niña. Ni que me iban a practicar una episiotomía. Entiendo que ellos tengan su protocolo y sigan un proceso, pero no las formas".

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