Es una respuesta tipo para toda actriz extranjera en España y un titular muy sencillo y vendible para el periodista local, por lo que desde Julianne Moore a Catherine Deneuve, pasando por Sigourney Weaver y Glenn Close, infinidad de actrices han confesado querer ser 'chicas Almodóvar'.
"Me encantaría trabajar con Almodóvar, pero en sus películas no hay actrices que hablen inglés, así que podría interpretar a una persona muda o a alguien que esté aprendiendo español", reconocía a Efe Sigourney Weaver hace un año. En enero de 2009, Glenn Close aseguraba en Londres que "se muere de ganas" por trabajar junto a Pedro Almodóvar, del que dijo admirar "su estilo" y "los personajes femeninos que crea".
Esta cantinela se ha repetido tanto que el cantautor Joaquín Sabina la convirtió en canción: "Yo quiero ser una chica Almodóvar / Como la Maura, como Victoria Abril / Un poco lista, un poquitín boba / Ir con Madonna en una limousine (...) Pasar de todo y no pasar de moda". Pero conviene contextualizar este entusiasmo generalizado, sin quitar mérito al director manchego, dentro de una batería de preguntas recurrentes en toda entrevista: "¿Conoce usted algo de cine español?" o "¿Con qué director español le gustaría trabajar?".
Consciente o no de este fenómeno potenciado por la rutina poco imaginativa de la prensa, el director manchego, que esta semana ha estrenado Los abrazos rotos, con Penélope Cruz, Lluís Homar y Blanca Portillo, entre otros, no ha coqueteado siquiera con la idea de fichar a una estrella de Hollywood para protagonizar sus filmes.
Pero para él hay también una pregunta tipo en toda entrevista: la de si estaría dispuesto a rodar en inglés. Sus respuestas han ido variando a lo largo de los años, pero siempre han estado más cerca del no que del sí. "No descarto la idea de rodar en inglés, pero nunca lo haría con una gran productora detrás. En mis películas yo lo decido todo, soy así de maniático y ya soy mayor para cambiar. Y con una gran productora, el director ocupa el lugar número doce en la toma de decisiones", se justificó en su día.
Catherine Deneuve, desde Europa y aunque ya ha trabajado con un director español, Luis Buñuel, confesaba: "Me encantaría trabajar con él, pero no veo por qué iba a contratarme. Tiene en casa todo lo que necesita", explicaba a principios de este año. Almodóvar fue más ambiguo con uno de sus guiones todavía no rodados, el de La piel que habito, y aseguró que "la historia tiene posibilidades de rodarse en otro idioma", pero "seguro que al final me decidiré por el mío, porque es mi cultura y todo resulta más abarcable en mi propia lengua". "El humor es siempre lo más difícil de traducir" y "yo siempre estoy insatisfecho con los subtítulos", añadiría en otra ocasión.
Hace ya casi diez años corrió como la pólvora un vago rumor sobre un posible proyecto cinematográfico que uniría al director manchego con John Travolta y Madonna, pero la, en principio, descabellada idea se desvaneció enseguida. Ya oficialmente, Pedro Almodóvar fue tentado con rodar en Estados Unidos The paper boy, si bien, el cineasta rechazó finalmente este proyecto.
Julianne Moore, más atrevida, afirmó que, para trabajar con el director de Todo sobre mi madre el idioma no sería un obstáculo. "Hablo un poco español. Pero me inspiro en Antonio Banderas, que hizo Los reyes del mambo sin saber una palabra de inglés. Quiero seguir sus pasos".
Eva Mendes asumía en sus deseos las tareas de directora de casting, pues aseguraba: "Quiero hacer una película con Paz Vega y Penélope Cruz, las tres juntas dirigidas por Pedro Almodóvar".
Audrey Tautou, Eva Longoria y Nicole Kidman son otras que aspiran a ser 'chicas Almodóvar', pero la que se atrevió a más fue la mexicana Bárbara Mori, que decía que se desnudaría si se lo pidiera el director de Átame.
En realidad, Almodóvar sí ha enrolado en sus proyectos a actores extranjeros, pero con matices: Peter Coyote fue doblado en Kika, Geraldine Chaplin era una experta en rodar en castellano y con Latinoamérica siempre ha contado, gracias a Cecilia Roth y Darío Grandinetti.
Como este último, otros célebres actores, aunque menos, también han querido convertirse en 'chicos Almodóvar': de hecho Liam Neeson y Harrison Ford se han ofrecido voluntarios.