La sentencia que condena al Ayuntamiento a pagar 24.000 euros por no evitar las botellonas ha sido aplaudida por los vecinos. Sin embargo, en la calle de la demandante, las opiniones difieren. En José María Moreno Galván son muchos los que han sufrido las mismas molestias. Se lamentan de que no se contara con ellos para demandar al Ayuntamiento.
"Ahora tengo 60 años, pero también he sido joven y me he divertido, pero no he molestado a nadie", decía ayer José Cabello, vecino de la calle Alcalde Isacio Contreras, que une José María Moreno Galván con Menéndez Pelayo.
Como muchos otros "no tenía ni idea" de que la vecina que tendrá que ser indemnizada vive allí. "Lo he leído en la prensa y me he alegrado. Ahora que sé que es de aquí mucho más". Y es que él y sus vecinos saben bien lo que es aguantar el ruido y todas las molestias que genera la movida juvenil. "Tuvimos que quitar los bancos para evitar que se sentaran aquí", explicó María casi sin pararse.
En la misma calle, David Estelo se alegró por la sentencia. "Me parece fantástico porque ahora tenemos una época más tranquila, pero aquí hay vecinos que lo han pasado fatal", aseguró. Él no es uno de los vecinos más afectados, al igual que Ana: "Mi casa da a una calle más tranquila, pero mi vecina dice que en verano no podía dormir".
Pero no todos opinan igual que ellos. Algunos residentes no quisieron dar sus nombres al tiempo que expresaban su indignación: "Las cosas no se hacen así. Somos más vecinos los que estamos afectados y no se pueden tomar medidas, como intentar cortar la calle, sin el consentimiento de todos".
David contra Goliath. Por su parte, la presidenta de la Plataforma por el Derecho al Descanso, Lola Dávila, se mostró satisfecha por la sentencia y dijo que la afectada le había mostrado su "cansancio".
Para el letrado que defiende los intereses de la afectada, Joaquín Herrera, esta sentencia "demuestra que David puede ganarle a Goliath". El abogado dijo que se alegraba porque "la Justicia se ha puesto del lado de los vecinos y del más débil, porque viene a decir que no hay por qué soportar la injusticias y me alegro por mi clienta que ha sufrido mucho estos años".
Para Herrera esta decisión judicial "no solamente tiene en cuenta las pretensiones de una persona, sino que acoge lo que muchas personas sienten, padecen y piensan". "La gente se siente muy dejada e indefensa ante el tema del ruido", agregó.
A su juicio, el fallo judicial "es importante porque aclara que el ruido no es una mera molestia sino un problema para la salud que ataca a la inviolabilidad de domicilio o a la intimidad". Por último, dijo que le parecería "triste" si el Ayuntamiento recurre, "porque está para velar por los intereses del ciudadano, no para echarle encima sus servicios jurídicos".
