El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, reconoció que los datos económicos de 2009 van a ser malos en el primer semestre "con toda seguridad", pero pidió confianza, convencido de que en la segunda parte del año aparecerán indicadores que apuntarán a una recuperación. "Vamos a pasar unos trimestres malos, pero tenemos en el horizonte una recuperación cierta y sólida", manifestó Zapatero en una entrevista en Cuatro.
Tras insistir en que el país es fuerte y cuenta con recursos públicos suficientes para mantener la protección y la cohesión social, garantizó la determinación del Gobierno de luchar contra la crisis con el consenso de los agentes sociales. En este contexto, calificó de "constructiva" y de "muy positiva" la actitud de los sindicatos y vaticinó que continuarán en esa línea, porque saben que el "Ejecutivo no va a emprender ninguna reforma de despido libre o de recorte de derechos, que no son ni justas ni eficaces de cara al futuro". Si es necesario, dijo, se incrementará la protección social.
Zapatero reconoció que el principal efecto de la crisis está siendo en España el crecimiento del desempleo y para combatirlo destacó que el año que viene se aplicará el mayor plan de inversión pública de la historia, con 33.000 millones de euros. El objetivo será "compensar en parte" la importante pérdida de puestos de trabajo en la construcción.
El jefe del Ejecutivo pidió también "paciencia" para comprobar cómo las medidas de apoyo a los bancos se traducen en una mayor facilidad de crédito para familias y empresas, porque las iniciativas se acaban de poner en marcha y porque hay que esperar además a que el sistema financiero mundial mejore y gane confianza. De cara al futuro, apostó por una regulación de esos mercados financieros, ya que se ha comprobado que la libertad absoluta ha sido "un desastre".
No obstante, requirió precisar que la globalización es positiva y rechazó una reacción a la crisis basada en medidas proteccionistas y cierre de fronteras. Zapatero negó que se equivocara al retrasar el reconocimiento de la crisis, porque, dijo, cuando la oposición centraba en ella su debate "nadie lo sabía" y cuando la situación de crisis ha sido objetiva ha sido el primero en reconocerla.
No quiso tampoco hacer previsiones de cara al futuro por prudencia, pero insistió en que si a las "poderosas" medidas puestas en marcha por el Gobierno en apoyo a la banca, las familias y las empresas se une una expectativa de confianza se ganará tiempo en la recuperación económica.
'Vuelos de la CIA'. El presidente del Gobierno denunció que cuando llegó a la jefatura del Ejecutivo "había habido un barrido informático masivo" que pudo impedir que tuviera constancia de que se permitieran escalas en España a vuelos de la CIA con prisioneros destinados a Guantánamo. Zapatero reveló ese barrido en una entrevista en Cuatro, recogida por Efe, en la que aseguró que no tuvo ninguna prueba que acreditara de forma fehaciente que se diera ese permiso a Estados Unidos por parte del Ejecutivo de José María Aznar.
El presidente añadió que nadie informó a su Gobierno de esa circunstancia en el traspaso de poderes y garantizó que, si lo hubiera sabido, lo habría denunciado de la misma forma que lo hizo con otros asuntos como la inexistencia de armas de destrucción masiva en Irak. Zapatero subrayó que nadie puede pensar que Aznar iba a comentarle que había autorizado ese tipo de colaboración más allá de que luego se concretara o no, e insistió en que él lo desconocía. No obstante, reiteró que en caso de que se le hubiera hecho a él una petición de ese tipo por parte de la Administración estadounidense, no habría accedido a ella.
El presidente del Gobierno reivindicó "cierta legitimidad" de haber combatido algunas políticas del presidente de Estados Unidos, George W.Bush. "Pero es verdad -precisó- que cuando estamos hablando de este tema nos debemos situar en enero de 2002, poco después del derribo de las Torres Gemelas en septiembre de 2001, y que en aquel momento la reacción de la comunidad internacional en general fue de un gran apoyo y solidaridad a estaos Unidos en la guerra contra el terrorismo".