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Zapatero anuncia un plan de choque urgente para enderezar la economía

Pese a que sabía que no contaba con el apoyo firme de ninguno de los grupos del Congreso, Zapatero se mostró tranquilo y seguro. Pronunció un discurso de investidura largo, sin reproches, en el que tendió la mano al PP e instó directamente a Rajoy a alcanzar pactos de Estado en materias relevantes.

el 15 sep 2009 / 02:55 h.

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Pese a que sabía que no contaba con el apoyo firme de ninguno de los grupos del Congreso, Zapatero se mostró ayer tranquilo y seguro. Pronunció un discurso de investidura largo, sin reproches, en el que tendió la mano al PP e instó directamente a Rajoy a alcanzar pactos de Estado en materias relevantes.

El presidente del Gobierno en funciones, José Luis Rodríguez Zapatero defendió su "idea de España" y pidió a los grupos su confianza para hacerla efectiva. Apeló a la responsabilidad del líder de la oposición, Mariano Rajoy, para lograr pactos de Estado y anunció medidas urgentes ante la desaceleración económica. Propuso además una estrategia común frente a ETA en la que quiere que se impliquen todas las fuerzas políticas.

En una intervención de hora y cuarto, el jefe del Ejecutivo en funciones abrió la décima sesión de investidura de la democracia y fue desgranando su programa de gobierno. Habló de consenso para pactar los asuntos de Estado, con acuerdos concretos y urgentes como la renovación de los órganos constitucionales y el sistema de financiación autonómica. Destacó la necesidad de una estrategia antiterrorista compartida por todos los partidos tras insistir en que ETA "sólo tiene un destino: poner fin a su barbarie criminal definitiva e incondicionalmente".

"Pido su confianza para alcanzar, mediante la unidad, la victoria de la democracia frente al terrorismo, para disfrutar de una España más segura", añadió. Sin embargo, de los 42 folios de su discurso, Zapatero sólo dedicó uno y medio al terrorismo. Durante el receso del mediodía, la principal crítica de la oposición fue, precisamente, que no anunció medidas concretas para lograr el fin de ETA.

Por otra parte, su debilidad por las políticas sociales fue ratificada ayer al prometer el incremento del salario mínimo, de las pensiones y de las becas educativas, el desarrollo de la Ley de Dependencia, la aprobación de una ley de igualdad de trato y la mejora de la protección a las mujeres maltratadas. Se mostró especialmente emotivo al hablar de la violencia machista. "Todo aquel cobarde que se atreva a levantar la mano a una mujer debe saber que no tiene enfrente a un ser desprotegido", aseveró.

justicia. En su llamada a todos los grupos, y en particular al PP, para consensuar asuntos de Estado, el presidente en funciones tuvo un apartado especial para la Justicia y la necesidad de renovar urgentemente el Consejo General del Poder Judicial y el Tribunal Constitucional. En este sentido, se comprometió a que los miembros del CGPJ cesen de forma efectiva una vez que concluyan su mandato para evitar el bloqueo constitucional de la pasada legislatura.

En financiación autonómica, abogó por aumentar la corresponsabilidad fiscal y propuso que la reforma se haga en paralelo con la modificación de la financiación local para garantizar la suficiencia financiera de los ayuntamientos, una medida que la FEMP acogió con entusiasmo.

En un momento de especial preocupación por los problemas derivados de la sequía, Zapatero aseguró además que no habrá restricciones de agua en Cataluña.

El presidente no habló, como sí hizo hace cuatro años, de talante, aunque se mostró sereno y decidido al diálogo y al consenso durante todo el discurso. Pese a ello, o quizá por eso, no convenció ni al PP (que anunció poco después que votaría en contra de la investidura) ni a la mayoría de los grupos.

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