El presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, aprovechó ayer su intervención en el congreso de los socialistas madrileños para defender la investigación del juez Garzón sobre los desaparecidos de la Guerra Civil y criticó la hipocresía de quienes no quieren cerrar "sus heridas".
"No puedo entender la hipocresía de aquellos que dicen que divide a un país que las personas mayores puedan simplemente saber dónde están enterrados sus seres queridos", manifestó Zapatero durante su intervención en el XI Congreso del PSM, donde se proclamó a Tomás Gómez secretario general de los socialistas madrileños.
El jefe del Ejecutivo subrayó que, "como presidente de un país democrático y como patriota", le resulta difícil comprender que "se le quiera negar a alguien identificar a un ser querido muerto en circunstancias horribles", lo cual cosechó aplausos entre los numerosos asistentes al cónclave socialista.
A su juicio, ello no supone "reabrir las heridas", como se ha venido defendiendo desde el PP, sino "cerrar algunas de las pocas que quedan". Y, añadió, que "la mejor manera" de hacerlo "con naturalidad" es que no sea objeto de "la confrontación política" y de la "hipocresía". En este sentido, dijo esperar que "por una vez" el PP reconozca el derecho de algunas personas a saber "dónde están sus familiares muertos" porque sería "un gran paso" para España.
Estas declaraciones del presidente se producen después de que la Conferecia Episcopal negara al juez Garzón el acceso a los libros de difuntos de las más de 22.500 parroquias repartidas por España para identificar a las víctimas de la represión franquismo. Al hilo de esta negativa, ayer Fernando Magán, abogado de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica, declaró en la Cadena SER que es muy importante que la Conferencia Episcopal colabore, ya que es en las parroquias donde "hacían los listados de fallecidos".
El abogado de la Asociación para la Memoria Histórica -que es una de las que presentó la denuncia- dio una cifra "indiciaria" de "30.000 desaparecidos". Magán aseguró que en las primeras investigaciones, sin estar terminadas, se puede hablar de "más de 130.000 personas de las que se desconoce su paradero". Además, el abogado quiso subrayar que "muchos de ellos nunca podrán ser recuperables".
Además, el letrado también argumentó por qué la Conferencia Episcopal debe colaborar en esta tarea: "El Archivo de Salamanca ha contestado al juez que como fuente de información puede recurrir a las parroquias de cada lugar. En aquella época los párrocos hacían listados de los fallecidos, un libro de defunciones, certificando las muertes. Por ejemplo en Navalcán, Toledo, dicen quiénes fueron asesinados por trabajar para los Rojos. Esta cuestión la tengo comprobada. Pero el magistrado quiere recurrir a las fuentes parroquiales porque el Ministerio de Cultura le ha apuntado a esta dirección".
Una ley del aborto mejor . El presidente también denunció el "cinismo" de quienes dicen que divide a un país querer tener una ley del aborto mejor, con más garantías y seguridad para los mujeres y los médicos competentes. Palabras que tuvieron una rápida respuesta por parte del vicesecretario de Comunicación y portavoz del PP, Esteban González Pons, quien aseguró que Zapatero sí que se comporta de una manera "hipócrita" al abrir el debate del aborto con el único fin de "crispar" a los españoles" y levantar una "pantalla de humo" que tape la crisis económica.
Además, en su intervención en el congreso de los socialistas madrileños, Zapatero denostó la oposición a la asignatura de Educación para la Ciudadanía que practican los populares, a quienes advirtió de que si quieren cambiarla, tendrán que ganar las elecciones, y no hacer llamamientos para que la norma no se aplique.
