El PSOE tenía el objetivo marcado de aprovechar la convención municipal para mostrar las credenciales de su candidato en Sevilla. Juan Espadas llenó su agenda de actos y encuentros y su imagen recibía a los asistentes en las pantallas y en los asientos del palacio de congresos.
El colofón debía ser su discurso en el acto de cierre de la cita nacional socialista. Si el sábado el partido quiso poner en valor la gestión realizada en Sevilla, en esta ocasión el candidato apeló a los sentimientos, buscó un mensaje más visceral que tratara de promover la movilización de los dirigentes socialistas a 98 días de las elecciones. Le bastaron unas pocas palabras: "No sé si Sevilla es un duende, o es un sentimiento, lo que es Sevilla es socialista, total y absolutamente socialista". Y una parte de los asistentes respondió coreando la consigna tradicional del partido ante cualquier cita clave: "Ista, ista, ista Sevilla es socialista".
Éste era el objetivo de la convención. Una conjura socialista para remontar un escenario adverso en una ciudad clave, en una "referencia histórica del socialismo", como señaló Espadas: "Una referencia de la unión, de la fuerza, de la ilusión ante una dura crisis". Y tanto la dirección provincial como el equipo del candidato dan por cumplida esa meta, pese a verse empañada por las investigaciones judiciales de los ERE y las protestas de funcionarios y eventuales de Tussam.
El partido sabía que tenía que arropar a Espadas. Así lo mostró el secretario general del PSOE-A, José Antonio Griñán, quien cedió protagonismo al candidato de Sevilla desde el principio de la convención para defender posteriormente los "doce años de gestión socialista" en la ciudad: "El que viene ve una Sevilla distinta, hermosa, pero más abierta, menos ensimismada, que ha sabido abrir espacios a la ciudad. Una ciudad más humana y más cohesionada en sus barrios".
Pero fueron los guiños de apoyo del secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, los que dieron un mayor impulso al candidato. Pese a que en la convención estaban prácticamente todos los candidatos de las principales ciudades, el presidente del Gobierno dio a Sevilla un papel preferente. Por ser la anfitriona, y por lo que está en juego en la capital andaluza: "Me habéis oído decir que ser presidente del Gobierno es un honor para quienes tienen vocación pública, pero ser alcalde de Sevilla... ¿No Juan? ¿Alfredo? Hay pocas ciudades en el mundo tan bonitas como Sevilla. Juan, se te ve contento. Vas a ser el alcalde de Sevilla. Tienes el perfil de un ciudadano de Sevilla orgulloso de su tierra y de Andalucía".
Las palabras de Zapatero pusieron el cierre a una jornada que supuso una nueva gran oportunidad para Espadas. El candidato, que intervino para cerrar el turno de los cabezas de lista, optó por pasar de largo de la gestión realizada estos años y se centró en esbozar las líneas básicas de su estrategia de trabajo: un gobierno más cercano y transparente; alfabetización digital ; colaboración con el sector empresarial y cohesión de los barrios.
"Necesitamos generar confianza en la ciudad para salir de la crisis", señaló el candidato, quien hizo un llamamiento a la movilización de los socialistas frente a la actitud del PP: : "Fuerza y honor compañeros. Combatamos el ruido de las vuvuzelas con respuestas y la contaminación con aire limpio. El PP sólo vence cuando destruye. Somos la mejor selección, la roja".
