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Zapatero deshojará la margarita

El presidente revelará su futuro tras unas elecciones que se prevén catastróficas para el PSOE.

el 02 ene 2011 / 20:57 h.

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El presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, sentado en su escaño durante el debate sobre el Estado de la Nación.

La reforma de las pensiones será la primera cita relevante del Gobierno para 2011, año en el que España vivirá unas elecciones locales y autonómicas, sabrá quién es el candidato socialista a las generales -el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, sigue sin desvelar si se retira- y en el que entra con la esperanza de poder asistir al fin definitivo del terrorismo de la banda ETA.

El Gobierno ha anunciado que el 28 de enero aprobará un proyecto de ley de reforma de las pensiones que se espera que incluya un aumento de la edad de jubilación, que puede suponer más contestación social y que, además, está por ver si resultará suficiente para aplacar las demandas de los mercados.

Así, habrá que seguir muy pendientes de la prima de riesgo, con la que los españoles se han ido familiarizando a lo largo de este pasado año, y confiar en que los ajustes hechos hasta ahora sean suficientes para recuperar la confianza internacional.
Comunidades Autónomas y cajas de ahorros, ambas señaladas por los gurús económicos como elementos de riesgo para la economía española estos próximos meses, serán otro de los focos de atención en lo económico.

Las previsiones dicen que la economía española debe empezar a crecer en 2011, pero también coinciden en que se mantendrán las cifras de paro más altas de la Unión Europea. Zapatero ha advertido que quedan cinco años para salir de la crisis.

El test de las elecciones. El calendario político tiene una fecha señalada en mayúscula y rojo: el 22 de mayo se celebran las elecciones municipales y autonómicas que, de seguir así las cosas y de hacer caso a las encuestas, pueden significar un varapalo para los socialistas y una victoria del Partido Popular, que este partido espera que anticipe su retorno a la Moncloa.

Lo que ocurra en esos comicios influirá de manera decisiva en la decisión de José Luis Rodríguez Zapatero de repetir o no como cartel electoral del PSOE para las generales de 2012, y es de suponer que también lo hará en la posición que al respecto adopten los varones regionales del partido.

Por el momento, y hasta que se disipe esa duda, el año comienza con el vicepresidente primero y portavoz del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, como hombre fuerte del Ejecutivo y posible recambio de los socialistas para enfrentarse a un Mariano Rajoy, líder del Partido Popular, que partirá con el marchamo de favorito. Al menos así los dicen todas las encuestas.

Las elecciones de mayo son también el objetivo de la izquierda abertzale y, aunque el Gobierno insiste en que mucho tienen que cambiar las cosas para que puedan presentarse a los comicios, las perspectivas de este final de año hacen albergar esperanzas de que para entonces la banda terrorista ETA haya dado más pasos hacia su final.

Paralelamente, en el frente judicial, habrá dos citas importantes: para enero está previsto el juicio contra Arnaldo Otegi y otros dirigentes de la ilegalizada Batasuna por su subordinación a ETA, y en primavera deberá juzgarse la financiación de la banda a través de las herriko tabernas.

Causas a garzón. Sin abandonar los tribunales, 2011 será el año en el que el juez Baltasar Garzón, contra el que hay tres causas abiertas, se siente en el banquillo, previsiblemente en primer lugar por declararse competente para investigar los crímenes del franquismo.

Otro personaje que copará muchos minutos en las televisiones -en las que todavía queden, porque en 2011 debe seguir el proceso de fusiones- será el papa Benedicto XVI, quien después de haber visitado en 2010 Santiago de Compostela y Barcelona este año, volverá de nuevo a España en agosto para las jornadas de la juventud que se celebrarán en Madrid.

Si alguien tiene la tentación de asistir a todos estos eventos fumándose un cigarrillo, debe saber que ya no podrá hacerlo en espacios públicos que estén cerrados y que, además, si decide pese a todo seguir fumando le va a costar bastante más caro por la subida de las tasas.

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