El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, reconoció ayer en el municipio tinerfeño de La Laguna que su Ejecutivo no tiene "una varita mágica para acabar con el desempleo" , insistiendo, no obstante, en el compromiso de los socialistas para lograr ayudas a más de un 75% de los desempleados. Así, durante un mitin en el que no faltaron las críticas de saharauis y parados con camisetas, Zapatero aseveró que a su Gobierno le
"Sí, nos ha tocado un combate duro con una crisis dura que tiene un efecto grave que es el desempleo y el paro, que los datos del paro vamos a garantizar que 75% en paro tenga un apoyo. Pero debemos decir que no tenemos una varita mágica para acabar con el desempleo como tampoco lo tienen los empresarios, que son los que crean el empleo", recalcó el secretario general del PSOE que, no obstante, adelantó que los datos van a mejorar.
Al inicio de su discurso, un grupo de siete jóvenes con camisetas que sumaban la cifra de los 5 millones de parados y otro de 11 activistas saharauis fueron desalojados tras irrumpir en el mitin. El mensaje de Zapatero de respeto y tranquilidad no evitó que los dos grupos fueran desalojados del recinto: "Compañeros -dijo Zapatero- dejad que expresen su opinión. Nosotros respetamos el Sáhara y a Marruecos".
Al presidente le respondió el líder del PP, Mariano Rajoy, quien avisó a Zapatero, de que acabar con el paro no es "una cuestión de varitas mágicas", sino de que España tenga un Gobierno "serio y competente, con una política económica conocida y hecha por personas que sepan gestionar la economía", como el PP "ya demostró que sabe hacer" en los años 90. En un acto electoral en Pontevedra, Rajoy proclamó que en España no existe "ninguna maldición bíblica" que impida la creación de empleo.
