Economía

Zapatero-Rajoy: más de lo mismo

el 05 may 2010 / 11:14 h.

Zapatero y Rajoy en la Moncloa.

La esperada reunión entre el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y el líder de la oposición, Mariano Rajoy, en la que pretendían encontrar acuerdos y medidas para salir de la crisis económica dejó ayer bien claro el abismo político que separa a los dos principales líderes del país, y por el que se precipitan directamente los millones de españoles sin empleo y la credibilidad del país. Esta falta de entendimiento sólo hizo posible que presentaran un acuerdo para acelerar la fusión de las cajas de ahorro y reformar el sistema financiero antes de julio. La confrontación incluso impidió una comparecencia conjunta, algo que habría trasmitido fiabilidad a los ciudadanos y los mercados.
Dieciocho meses después Zapatero insistió en que sabe cómo sacar a España de la crisis y Rajoy aseguró que él debe ser el futuro presidente del Gobierno. La reunión duró dos horas y cuarto y terminó con dos datos muy llamativos:no se acordó ninguna medida para reducir la cifra de más de cuatro millones de parados y la Bolsa no sólo logró remontar la caída del 5,4% del martes sino que volvió a caer un 2,27%.


Ya en el turno de comparecencias, Zapatero intentó poner en valor los dos acuerdos económicos alcanzados (agilizar la reestructuración financiera y reformar la ley de cajas en tres meses) esgrimiendo que la reestructuración de las cajas de ahorro será clave para garantizar su solvencia y recuperar la confianza en la economía españolas. Es más, insistió en la fortaleza del sistema financiero, se mostró convencido de que hay "datos sólidos" que indican el inicio del crecimiento económico y se ofreció a suministrar información periódica al Parlamento sobre el cumplimiento de los objetivos de reducción de déficit. Según explicó, la principal diferencia con Rajoy en este tema no es el compromiso de situar el déficit en el 3% en 2013, sino cómo hacerlo, ya que el Gobierno cree que la reducción drástica que propone el PP pondría en riesgo la recuperación económica. "Quien está equivocado es el Partido Popular", recalcó Zapatero, quien añadió que el desacuerdo sobre la reforma laboral es si hacerla por decreto o con el acuerdo de sindicatos y empresarios. Sobre las diferencias con Rajoy, se atrevió a afirmar que no son "discrepancias desgarradoras", y recordó en el valor de los acuerdos alcanzados en "dos grandes temas" -las cajas y Grecia-, por lo que calificó la reunión de "útil y positiva" y el resultado de "bastante satisfactorio".


jugando al desgaste. Por su parte, el presidente del PP compareció en el Palacio de la Moncloa ante los medios de comunicación y también valoró de forma positiva los pactos. Empero, continuó su labor de desgaste del Ejecutivo esgrimiendo la necesidad de que el Gobierno ponga ya en marcha "un plan coherente y global" que impulse reformas estructurales y permita reducir el déficit público, modificar el mercado laboral y reestructurar el modelo bancario. A su juicio, los acuerdos en este último punto siguen las premisas del programa del PP, que elogió porque no es fruto de la "improvisación", sino de la "coherencia". Los reproches también llegaron incluso con su acuerdo de la ley de cajas. Para Rajoy, a pesar de su visto bueno, este pacto tenía que haber llegado mucho antes aunque Zapatero le recordó después que se necesita del concurso de los responsables de las entidades y de los gobiernos autonómicos, que son de diferentes colores políticos. Y como el debate dialéctico continuó, Rajoy contrapuso que el programa "claro y entendible" del PP, que "si se aplicara, ayudaría al país" contra las medidas "aisladas e inconexas". Sí hizo hincapié en que colaborará con el Ejecutivo siempre que éste use el modelo de los populares.


Pero los reproches no quedaron ahí, sino que continuó su estrategia de carga matizando que la reunión se desarrolló tras "dos años perdidos", "un tiempo precioso" que hay que recuperar desde ya. "La etapa de vacilaciones y de medias tintas se acabó, y no podemos estar pendiente por tiempo inmemorial de hacer la reforma laboral o de situar la reducción del déficit en 2013", sintetizó.


Respecto al acuerdo para el rescate de la economía Griega, Zapatero volvió a agradecer el apoyo de Rajoy y precisó que mañana viernes los líderes del Eurogrupo se reunirán en Bruselas para ratificar definitivamente el respaldo a Atenas y Zapatero instó a todos a presentarse "como una piña" en defensa del euro, del proyecto europeo y de la fortaleza de la moneda única.


El presidente del Gobierno aprovechó su intervención para tachar de "descabellados" los rumores sobre la debilidad de la economía española y recalcó que hay datos, no especulaciones, que indican la salida de la crisis y que deben ser "una palanca de confianza" para la sociedad, las empresas y los mercados, mientras que su rival político destacó que "España no es Grecia"... Y, visto lo visto ayer, tampoco Portugal, donde Gobierno y oposición escenificaron su unión la pasada semana ante el nubarrón que se les avecina. Pero España es España.

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