En toda la campaña, Mariano Rajoy no ha sido capaz de decir sí o no al trasvase del Ebro. Ha aludido del consenso y del Pacto del Agua para evitar divisiones internas. Las dudas han permitido a Zapatero abanderar el rechazo a este proyecto en Aragón y acusar al candidato del PP de "engañar y tomar por tontos a todos".
Zapatero llegó a Zaragoza un día después que Rajoy, quien intentó en su visita cerrar las divisiones por el Plan Hidrológico, y lo aprovechó para arremeter contra el candidato del PP: "Ni la niña de Rajoy entiende lo que dice sobre la política del agua. Toma a los ciudadanos por tontos, engaña a todos al mismo tiempo. Ha llevado a cabo una estafa general. Ya lo vistéis en el debate, no tiene el valor ni el coraje para decir lo que va a hacer con el trasvase del Ebro".
En contraste con las dudas de Rajoy, Zapatero trató de mostrar contundencia. "No habrá trasvase del Ebro", afirmó el candidato socialista, quien de esta forma recuperó una de las banderas de la campaña de las elecciones generales de 2004, cuando el rechazo al Plan Hidrológico se convirtió en una de las claves de la victoria electoral. La suspensión del proyecto fue una de las primeras medidas tomadas por el Ejecutivo socialista tras los comicios del 14 de marzo.
Las referencias al Pacto del Agua y al trasvase le dieron a Zapatero las mayores ovaciones de las 15.000 personas que se congregaron en la Plaza de Toros de Zaragoza. Sobre todo cuando el candidato socialista aseguró que valencianos y murcianos "saben" que el PP les está engañando y apostó por la política del agua del PSOE que ha conseguido llevar agua al Levante, algo que "a los aragoneses les alegra como si fuera para ellos".
Con su intervención, Zapatero respondió a las declaraciones realizadas un día antes por Rajoy en Zaragoza: "Garantizaremos el caudal ecológico del delta y con el agua que sobre, la que se tira al mar, ayudaremos a los demás, porque todos somos españoles. Si no lo hacemos, estamos condenados al desastre. Voy a decirlo con claridad, me comprometo a terminar con el bloqueo y la paralización a la que los socialistas han sometido al Pacto del Agua, en especial al recrecimiento del embalse de Yesa". En toda su intervención, con la que pretendió zanjar "la polémica absurda", no mencionó ni una sola vez el término "trasvase". La palabra tampoco aparece en el programa electoral de los populares, pese a que lo garantiza un sector del partido.
