El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, valoró la "extraordinaria salud" del cine español en 2009 y los datos del comienzo de 2010, tras haberse convertido enero en el mes más taquillero de los últimos años, en especial, dijo, por las películas españolas.
"Esto no quiere decir que el cine español haya dejado de tener problemas", matizó. "Los tiene, como otros sectores económicos y culturales, y hemos de permanecer alerta para que pueda enfrentarse a los retos del futuro", apostilló.
Todas estas reflexiones las hizo Zapatero durante la recepción en el Palacio de la Moncloa de una amplia representación de los galardonados con los Goya, ocasión que aprovechó para saludar junto a su esposa, Sonsoles Espinosa, y la ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, al casi centenar de invitados, entre miembros de la Academia del Cine, nominados y ganadores.
En nombre de todos ellos, el presidente de la Academia, Álex de la Iglesia, agradeció el reconocimiento del Gobierno pero sobre todo "que haya dado los primeros pasos para solucionar uno de los problemas trascendentales para el sector: la piratería".
De la Iglesia transmitió al presidente la necesidad de llegar a un acuerdo para terminar con el problema.
Rodríguez Zapatero empleó sus primeras palabras en repasar la historia del cine español más premiado, desde Bienvenido Mr. Marshall a los candidatos al Óscar el mes que viene en Los Ángeles, pasando por El espíritu de la colmena o Los santos inocentes, hasta llegar a Celda 211.
"El cine español tiene una salud extraordinaria y, aunque cientos de veces los agoreros han intentado anunciar su muerte, siempre resucita, y lo hace porque forma parte de nosotros mismos y su vigor es nuestro vigor. Que nadie se engañe: un cine español fuerte es y será expresión de un país fuerte", dijo.
Asimismo, añadió que, en su nuevo modelo de crecimiento, "las industrias culturales van a tener un papel esencial, y nuestro país cuenta para ello con dos grandes fortalezas: una de las tradiciones culturales más ricas y la difusión creciente de nuestra lengua", enfatizó.
Rodríguez Zapatero y su esposa tuvieron un saludo especialmente cariñoso para el actor con síndrome de Down Pablo Pineda, nominado por Yo, también, e intercambiaron unas palabras con los dos ganadores del mayor número de premios, Daniel Monzón (Celda 211) y Alejandro Amenábar (Ágora).
El presidente no olvidó valorar que "en un contexto nada fácil", el cine español ha obtenido unos datos de taquilla en 2009 "históricos", con una recaudación "que va a superar ampliamente la del año anterior" y que rompe una tendencia recesiva que arrastraba desde 2004.
Tras los discursos, Zapatero y su esposa se fotografiaron con la familia del cine mientras sujetaban entre sus manos una de las estatuillas de Celda 211, triunfadora de la gala de los Goya con ocho premios, entre ellos los de Mejor Director y Mejor Película.
Daniel Monzón, el gran triunfador de los premios, afirmó que los otros tres aspirantes a recibir el Goya como Mejor Director (Alejandro Amenábar, Fernando Trueba y Juan José Campanella) merecían más que él la obtención del reconocimiento de la Academia. "Ellos lo merecían mucho más que yo, porque son más interesantes y saben mucho más de cine", reflexionó, aunque la Academia ya ha dictado sentencia.
