El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, aseguró ayer en Ramala que España "va a mojarse" durante la presidencia de la Unión Europea (UE), que asumirá en el primer semestre de 2010, por la paz en Oriente Próximo y por el reconocimiento del Estado palestino. Zapatero hizo esta declaración en rueda de prensa en la Muqata de Ramala junto al presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abás, quien le impuso la "estrella del honor" en agradecimiento al apoyo de su Gobierno a "la libertad y la independencia" del pueblo palestino.
El jefe del Ejecutivo español consideró que el plazo para el reconocimiento del Estado palestino "no puede ser muy largo" e instó a Israel a "detener y congelar" los asentamientos en los territorios ocupados para iniciar el diálogo hacia la paz. Durante la presidencia española de la UE, insistió, España "va a trabajar duro". A partir del 1 de enero "habrá iniciativas" y "aceleraremos los pasos para que tengamos un reconocimiento del Estado palestinos".
Abás, dispuesto a emprender la negociación con Israel cuando se congelen los asentamientos, se mostró convencido de que España, un país "amigo", desplegará "todos sus esfuerzos" en ese semestre.
En opinión de Zapatero, en estos momentos se registran las mejores condiciones para ese proceso de paz, tras meses sin violencia, con la administración estadounidense de Barack Obama apostando de forma decidida por la negociación y con muchos países de la región apoyando el proceso. Reconoció que hay todavía "nudos difíciles", pero consideró que "hay voluntad" por parte de Israel.
Gratitud. Por la mañana, Zapatero visitó Jerusalén y el Museo del Holocausto, del que salió conmovido. En esta visita a Israel se reunión con su presidente, Simon Peres y por la noche con el primer ministro, Benjamín Netanyahu. Peres fue el que agradeció al presidente el archivo de la causa abierta en la Audiencia Nacional por un ataque perpetrado por el Ejército israelí sobre Gaza en 2002, en el que murieron un líder de Hamás y 14 civiles.
Peres también ensalzó a Zapatero por sus posiciones en contra del antisemitismo y su interés en fomentar una relación "más cálida" entre los dos países. Por su parte, el presidente del Gobierno destacó el deseo de fortalecer las relaciones bilaterales y de abrir nuevos campos de colaboración, además también le indicó que desea trabajar a fondo a favor de la paz en la zona.
