El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, insistió ayer en que el Ejecutivo no tiene "ninguna intención" de subir impuestos, aunque precisó que "en todo caso, si hay que tomar alguna medida, será coyuntural y muy moderada".
En una entrevista en RNE, Zapatero reiteró que los ingresos del Estado provienen, principalmente, de los impuestos y que la recaudación aumenta cuando la actividad económica crece y disminuye cuando el crecimiento es negativo.
El actual Ejecutivo ha bajado los impuestos por importe de 20.000 millones de euros, lo que equivale a dos puntos del PIB, gracias a la supresión del gravamen de Patrimonio, a la bajada del IRPF y al recorte del Impuesto de Sociedades. Esto significa que en España la presión fiscal es siete puntos inferior a la media de la UE y que "hoy tenemos 1,5 puntos del PIB, es decir 15.000 millones de euros, menos de presión fiscal" que cuando el PSOE llegó al Gobierno, añadió.
Además, el presidente del Gobierno aprovechó para recordarle al PP que cuando subía impuestos lo llamaba "actualización" y que ahora critican la "subida" del tabaco y los carburantes. "Lo que hay que decir -enfatizó Zapatero- es que estamos en un momento de presión fiscal muy razonable" y que el objetivo del Gobierno es que la presión fiscal siga siendo moderada, por lo que aseguró que no habrá ninguna decisión en materia impositiva o fiscal que suponga volver a los tiempos en los que la presión fiscal era del 34%.
Zapatero recordó que la atonía de la situación económica y la recesión han obligado al Gobierno a hacer un esfuerzo de inversión pública que ha llevado a las cuentas del Estado a los números rojos, pero aseguró que el Gobierno presentará un plan de consolidación fiscal para hacer que el déficit vuelva en 2012 a los niveles que exige el Pacto de Estabilidad y Crecimiento (límite del 3%).
En este sentido, afirmó que a su Gobierno le avalan cuatro años consecutivos de superávit.
