La crisis ya ha llegado a España con virulencia y ha logrado que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y el líder de la oposición, Mariano Rajoy, vayan a reunirse para tratar de buscar soluciones al problema. Esta puesta en escena viene acompañada de recelos mutuos por los Presupuestos Generales del Estado (PGE).
El presidente popular está dispuesto a reunirse con el presidente del Gobierno para buscar soluciones a la crisis económica, pero duda de sus "auténticas intenciones", dado que la invitación de Zapatero para encontrarse se ha producido un día después de que el Consejo de Ministros aprobase el proyecto de Presupuestos Generales del Estado (PGE). El PP considera que "lo lógico" es que le hubiera llamado antes, como hizo con otros grupos parlamentarios.
Así lo aseguró ayer en rueda de prensa la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, quien recalcó que en los últimos meses el gabinete socialista ha actuado con "soberbia" y ha "despreciado olímpicamente" las iniciativas que ha presentado el PP para afrontar la crisis.
En su opinión, "lo lógico" es que si el jefe del Ejecutivo quería hablar de la crisis con el líder de la oposición "lo hubiera hecho antes" de presentar los PGE, que el ministro de Economía, Pedro Solbes, entregará hoy en el Congreso de los Diputados. Por eso, señaló que este comportamiento hace que el PP tenga "dudas" acerca de las "auténticas intenciones" de Zapatero.
No menos crítico se mostró ayer el vicesecretario general del PSOE, José Blanco, quien advirtió, refiriéndose a Rajoy de que "ésta es la hora de los políticos serios, no de los oportunistas". El número dos socialista pidió al líder del PP que abandone "la demagogia, el oportunismo y que piense por una vez en los españoles", y le instó de nuevo a "arrimar el hombro y remar a favor de España".
Optimista. Por el contrario, el presidente del Congreso de los Diputados, José Bono, en un tono conciliador dijo ayer que "es muy bueno que el PSOE y el PP se entiendan". "Estoy convencido de que a veces la pasión de querer conseguir votos nos lleva a pensar que somos muy diferentes", dijo Bono, quien añadió que le parece "magnífico que el acuerdo prime ante el conflicto".
Por su parte, el líder de IU, Gaspar Llamazares, aseguró ayer que la posible entrevista que mantengan Zapatero y Rajoy, para hablar de economía será "el abrazo de dos boxeadores sonados", ya que, según Llamazares ambos acusan "el desgaste de la crisis".
