En la Plaza de España podemos ver éstos días una avanzadilla de lo que nos vamos a encontrar en la capital aragonesa del 14 de junio al 14 de septiembre del próximo año. Sobre una superficie de 25 hectáreas, y teniendo al agua como protagonista, más de 100 países expondrán sus ideas sobre el liquido tan preciado.
Y observando como se está organizando todo, no cabe duda de que guarda cierto paralelismo con la exposición de Sevilla, salvando la dimensión, la de aquí tenía 215 hectáreas, y su tiempo de preparación. Allí tienen tan sólo 3 años y medio para construir y prepararlo todo, y aquí tuvimos más.
Zaragoza se está volcando con una exposición que, sobre todo, va a conseguir que el Ebro no viva de espaldas a la ciudad, sino en la misma. Una vez más, se demuestra que organizar una exposición es la percha ideal para hacer en un tiempo determinado lo que no se hace en décadas. Así ocurrió en Sevilla, y así va a suceder allí. Les deseamos suerte en la tarea.