Aunque la situación económica de Tussam no es comparable con la de Giralda TV -que solicitó un preconcurso de acreedores- o de Mercasevilla, el alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido, achacó ayer a la mala gestión del anterior gobierno de PSOE e IU que la empresa municipal de transportes tenga una deuda financiera de "alrededor de 70 millones de euros", según Zoido porque el Ayuntamiento no le transfería los fondos acordados y, así, intentaba maquillar sus propias cuentas, traspasando la deuda del Consistorio a Tussam.
Lo cierto es que la empresa de transportes cerró sus cuentas en 2010 con un beneficio de 69.000 euros después de que saldase con pérdidas los ejercicios de la última década y de que incluso tuviera problemas para pagar las nóminas. La razón es que el pasado año las transferencias del Ayuntamiento se contabilizaron como ingresos, y no como pérdidas. Las cuentas de 2009, con el anterior sistema contable, arrojaron pérdidas de 52,2 millones de euros.
El alcalde, que visitó ayer Mercasevilla y Tussam, aseguró que la empresa de transporte cumplía con sus presupuestos, pero que el gobierno de Sánchez Monteseirín (PSOE) "no transfería el dinero comprometido", traspasándole de este modo la deuda.
Zoido, tras reiterar que apuesta por una Tussam "pública", aseguró que si se incorpora la deuda financiera, la empresa alcanza en torno a los 70 millones de euros, "pero no hace falta inyectar dinero para evitar la declaración de quiebra, sino recibir la cantidad de dinero de las transferencias acordadas", añadió, restándole dramatismo a la situación económica de la compañía. "Si en 1999 no tenía ni un euro de deuda acumulada, no tiene sentido que la tenga ahora", sentenció.
Pero no sólo atribuyó al anterior gobierno la mala situación financiera de Tussam, sino que recalcó que las relaciones laborales estaban "muy deterioradas", lo que imposibilitaba poner en marcha un plan de viabilidad. Sobre el conflicto con los eventuales, sólo dijo que este miércoles el gerente de Tussam, Manuel Torreglosa, se reunirá con los afectados para analizar la incorporación del resto de trabajadores y fijar un calendario de inclusión de cuatro años.
Sin cambios. Sobre la reestructuración de las líneas que prometió Zoido en la campaña electoral, el ahora alcalde admitió ayer que aún lo está estudiando. El regidor aseguró que el 41 (Puerta Jerez-Tablada), la línea 30 (Prado-La Paz) y el 31 (Prado-Polígono Sur) accederán al Centro con mayor celeridad, pero no concretó cómo.
Apostó por potenciar los carriles bus y tener "tolerancia cero" con la doble fila e informó de que está estudiando los nuevos servicios para el casco antiguo tras la derogación del plan de tráfico. Sobre la línea 36, que prometió que llegaría a la Universidad Pablo de Olavide (UPO), indicó que necesita llegar a un acuerdo con la Junta para compatibilizar los servicios de Tussam con los del Consorcio Metropolitano de Transportes. Si la Junta no autoriza que Tussam llegue hasta la UPO, intentará que los estudiantes puedan utilizar el bonobús municipal en los autobuses de Casal.