Entre esa terna de futuribles, no figura Decathlon. El Consistorio admitió ayer que no hay ningún contacto ni negociaciones con la multinacional francesa y que la modificación respondía a "evitar que se volvieran a repetir situaciones como éstas", culpando de la huida de la empresa al anterior gobierno municipal. Sin embargo, omitió el hecho de que la Gerencia de Urbanismo, ya con Juan Ignacio Zoido como alcalde, denegó hasta en dos ocasiones -en diciembre de 2011 y febrero de 2012- el proyecto de Decathlon , al considerar sus gestores que "no era urbanísticamente realizable". Eso cerraba la puerta a la llegada de un macroproyecto que iba a suponer para la ciudad una inversión de 18 millones y la creación de más de 160 empleos directos.
Casi un año después de esa primera petición y después de culpar por error a la Junta de Andalucía de que se truncara la llegada de Decathlon, Zoido rectificó y aseguró que iniciaría el trámite para cambiar el PGOU que la multinacional tanto le había reclamado. El paso cristalizó el pasado jueves, y consistió en proponer la aprobación inicial de esta modificación, por la que se permite en el recinto del Olímpico el uso global terciario -es decir, comercial- como "compatible al uso deportivo". Este cambio en el Plan se podría efectuar "en cualquier momento", aunque se deberá justificar "las mejoras que supone para el bienestar de la población".
Tal fue la urgencia que se pasó por alto el detalle de notificar de esta tramitación a la sociedad Estadio Olímpico, que sería la gran beneficiaria. Fuentes de la sociedad indicaron ayer que no tenían constancia de que este punto se hubiera tratado en el último consejo de la Gerencia de Urbanismo. El mismo desconocimiento mostraron desde la Junta y la Diputación de Sevilla, que cuentan con un porcentaje del accionariado de la sociedad y con representantes en el Consejo de Administración.
De todos modos, el paso dado por Urbanismo viene a responder a los requerimientos de la propia sociedad, que pidió "hacer un esfuerzo para no perder inversores tras no atender a Decathlon". Así lo determinó en el consejo de administración celebrado a finales del pasado mes de septiembre, donde se pidió "desbloquear las trabas existentes para recuperar la confianza de los inversores".
El conflicto originado en torno al proyecto de Decathlon se desató con un cruce de declaraciones en las que el Consistorio y la Junta acusaban al otro de "haber boicoteado" el proyecto. El delegado de Urbanismo, Maximiliano Vílchez, llegó a culpar a la Adminis- tración autonómica por no apoyar un cambio en el PGOU, cuando luego resultó ser que era un trámite de competencia exclusiva del Ayuntamiento, como se ha demostrado finalmente después de que pasara el pasado jueves por el consejo de la Gerencia de Urbanismo. Por su parte, el consejero de Cultura y Deporte, Luciano Alonso, defendió que la Junta dio todos los pasos favorables al proyecto, incluida la concesión de la licencia comercial en marzo de 2011. Hasta reclamó por carta al alcalde que reconsiderara su postura después de conocer que Urbanismo había denegado hasta en dos ocasiones la licencia de obra. "Fracasos empresariales de este calibre no sólo suponen una pérdida de tiempo, sino que dejan en mal lugar a la ciudad", afirmó.
Muñoz recrimina al Consistorio "la urgencia y la improvisación".
El PSOE mostró ayer "su perplejidad y sorpresa" ante la decisión del Ayuntamiento de Sevilla de aprobar ahora por vía urgente la modificación de los usos de los suelos anexos al Estadio Olímpico en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU). El portavoz adjunto del Grupo Socialista en el Consistorio hispalense, Antonio Muñoz, calificó ayer este proceso de "toda una improvisación en materia de Urbanismo", de la que destacó que se haya efectuado "sin saber si hay inversores" y "sin transmitírselo a los interesados". Pese a que el alcalde, Juan Ignacio Zoido, anunció que iban a iniciarse estos trámites, a Muñoz le causó "cierta extrañeza" que la Gerencia de Urbanismo haya actuado con esta celeridad, presentando la propuesta por vía urgente. En esta línea, se preguntó "por qué ahora sí se mueve y antes no, cuando el proyecto de Decathlon sí estaba todavía vivo". "Ahora no existe ningún proyecto que defender", insistió, remarcando que la Gerencia de Urbanismo tuvo hasta dos oportunidades para desbloquear esta situación, el 14 de diciembre de 2011 y el 7 de marzo de 2012, y "sin embargo dijeron que no y eso supuso una huida que resulta incomprensible". El dirigente socialista también recriminó al Consistorio el hecho de que ni siquiera le notificara los pasos que iba a acometer a la Sociedad Estadio Olímpico, propietaria de los terrenos y que había depositado muchas esperanzas ante un proyecto que habría supuesto, según detallaron sus gestores, el equilibrio económico y financiero de estas instalaciones deportivas. "Los responsables del Estadio Olímpico se enteraron de manera oficiosa porque recibieron mi llamada", apuntó Muñoz, que también englobó ese silencio "en la improvisación del gobierno municipal en este proceso".
