Detrás de la escenificación realizada ayer por el PP no está sólo el desgaste que provoca en el Gobierno local el caso Mercasevilla, ni el pulso público que han mantenido los dos socios en los últimos días. Tras la comparecencia de Juan Ignacio Zoido junto a todo su grupo municipal arremetiendo contra Sánchez Monteseirín y Rodrigo Torrijos, hay una batería de encuestas que han sacudido en las últimas semanas la Plaza Nueva y las sedes orgánicas de los partidos.
Todas coinciden, edil arriba edil abajo, en dar una mayoría suficiente a los populares para gobernar, en reflejar una caída de los socialistas y en conceder a IU un precario equilibrio entre mantener su estado o perder un edil. Y coinciden sea cual sea el partido que las realiza. Porque los sondeos sirven para marcar tendencias, y los del PP y los del PSOE señalan en la misma dirección.
Pero aún queda año y medio para las elecciones. E IU puede volver a ser clave. De ahí el eje del ataque de ayer de Zoido: "Monteseirín ha entregado la ciudad a un radical que no actúa desde la razón sino desde el resentimiento y la venganza. Es un imprudente que se está cargando la ciudad. Monteseirín es un alcalde perdedor que no estaría donde está si no fuera por Torrijos".
El PP incluso planteó un supuesto escenario de ruptura de pacto de gobierno: "Si finalmente ocurre quiero anunciar que aspiramos a gobernar y que somos los únicos legitimados para ello".
Pero que haya fisuras no implica que el pacto se rompa. Que PSOE e IU quieran distanciarse no quiere decir que vayan a dejarse arrastrar y dejar sin finalizar el mandato. Que las dos formaciones quieran tensar la situación y movilizar al máximo a su electorado, aunque sea un movimiento quizás defensivo, no implica que vayan arremeter el uno contra el otro. Van para seis años de gobierno. Y como subrayan dirigentes de uno y otro grupo no ha habido grandes confrontaciones, aunque los pulsos hayan llegado a un nivel muy tenso en los últimos días.
Y si hay algo que selle el pacto es precisamente Zoido. Los dos, PSOE e IU, arremetieron ayer contra él. Defendieron la legitimidad de su pacto de gobierno y lanzaron una ofensiva. El portavoz socialista, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, le recordó su intento de gobierno con IU -"incluso llegó a ofrecerle a Torrijos la Alcaldía", señala el edil- y censuró su actitud: "Bebe las fuentes de gobiernos ilegítimos, de derechas y antidemocráticos". El portavoz de IU, Antonio Rodrigo Torrijos, también le recordó su pacto fallido y criticó su actitud: "Dibuja una ciudad gris y sucia que sólo existe en su fantasía. Su desvarío le conduce a pensar que el pacto se rompe cuando está fortalecido".
