Cuando gane yo me tenéis que hacer una pero con gazpacho, cuenta el periodista sevillano Nicolás Valero, artífice de la fiesta de ayer, que le dijo Javier Arenas al enterarse de la que los simpatizantes de Juan Ignacio Zoido le tenían preparada a éste si conseguía el triunfo electoral, como finalmente ha sucedido. Con independencia de la atmósfera que esta noche haya podido rondar a la familia popular sevillana, pues ya se sabe de las fenomenales posibilidades digestivas del garbanzo, el opíparo homenaje al nuevo alcalde de Sevilla llevaba el nombre siguiente: Me apunto al potaje flamenco regado con lo que sea cuando Zoido gane. Un grupo de Facebook con más de 500 miembros que ayer dio cumplimiento a su promesa en el restaurante La Raza con la presencia del deseado Zoido y alrededor de 300 de esos seguidores, lo cual es todo un éxito para una convocatoria hecha por las redes sociales en la que esté prohibido acudir con perro.
Alocuciones sentidísimas por parte de Zoido y Valero aliñaron esta fiesta en la que hubo agradecimientos por el apoyo, la unión y la confianza, y donde no faltó, hablando de nombres de calles que van y vienen, la petición de una bien grande para el cardenal Amigo Vallejo, sugerencia del periodista que fue refrendada con una ovación incontestable por parte de los presentes. Total, que estaba todo el mundo contentísimo, como no podía ser menos después de ponerse todos tibios de exquisiteces con los siguientes nombres: chupito de gazpacho, chacina ibérica, taquitos de tortilla, tosta de lomo asado, empanada de atún, otra de carne y pimientos, lagrimitas de pollo, montaditos, miniserranitos ibéricos, dulces, bombones... y claro está, un potaje de garbanzos de los que quitan el hipo (o mejor dicho, lo sustituyen). La fotografía es lo suficientemente elocuente al respecto.
También estarían contentos los responsables de la fundación benéfica Nuevo Futuro, pues para ella fueron los 34 euros de cada entrada. El fiestón, no bien dada la debida cuenta de la pitanza, se entregó a las efervescencias populares andaluzas, animándose el cotarro, como popularmente se dice, con un montón de artistas y grupos flamencos y asimilados. La cosa es que se puso el sol y todavía duraba este homenaje que, en todo caso, tenía previsto no agotar la legislatura. Más los que tengan que venir.
